Lugo, 17 ene (EFE).- El jefe de gabinete del alcalde de Santiago, Francisco Castro, declaró hoy durante dos horas ante el juzgado número uno de Lugo, en la llamada operación Pokemon, y salió sin que la jueza le hubiese impuesto medida cautelar alguna.
Preguntado por si se encontraba satisfecho tras la comparecencia, Castro respondió afirmativamente e informó de que las preguntas se centraron en la adjudicación de una escuela infantil en el barrio de Salgueiriños.
Consultado por los periodistas sobre su declaración, Castro indicó que fue "muy bien": "me hizo varias preguntas, contesté a todas las preguntas con toda la amplitud que la jueza me ha requerido".
Aunque entró a declarar a las 10:15 horas y no salió hasta pocos minutos antes de las 13:00, Francisco Castro aseguró que su declaración "no fue tan larga como parece".
Explicó que hubo una interrupción porque la jueza, Pilar de Lara Cifuentes, recibió una llamada, y que su comparecencia empezó más tarde de lo previsto.
Con respecto a las preguntas formuladas por la magistrada, el jefe de gabinete del alcalde compostelano insistió en que se centraron "fundamentalmente en la adjudicación de la escuela infantil de Salgueiriños".
Reconoció, asimismo, "sentirse satisfecho" después de prestar declaración y recordó que no se puede pedir el archivo de la causa contra él porque todavía está en vigor el secreto de sumario.
Por su parte, su abogado, Ulises Bértolo, indicó que la declaración se ha producido por un supuesto tráfico de influencias, que su cliente había expresado su total disposición a colaborar con la Justicia y que se encuentra "totalmente tranquilo" y en disposición de "una colaboración absoluta con la justicia".
Tras la salida del jefe del gabinete, en torno a las 13:00 horas entró a prestar declaración el propio alcalde, Ángel Currás, también imputado por tráfico de influencias.
