El Tribunal Supremo afirma que la conducta supone delito y que pagar un precio alto por el servicio "no autoriza a violar"
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 8 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid a Antonio Moisés A.R. por los delitos de violación, lesiones y hurto contra una prostituta a la que obligó a mantener relaciones sexuales sin preservativo y robó 308 euros del bolso en un descampado del monte de El Pardo.
El relato de hechos probados narra como el condenado, tras concertar determinados servicios, se quitó el profiláctico durante el acto sexual y amenazó a la mujer mostrándole un destornillador, además de robarle aprovechando un momento en el que ésta salió del vehículo a orinar.
La sentencia del alto tribunal, de la que ha sido ponente el magistrado José Ramón Soriano Soriano, rechaza todos los argumentos presentados por la defensa del acusado, entre ellos que el precio a pagar por el servicio, de 120 euros, era "disparatado". A este respecto, el Supremo afirma que "un precio alto no autoriza a violar".
Igualmente, el acusado alegó la inexistencia de amenazas, a lo que el Supremo señala que "no es preciso que empuñara el destornillador y amenazara a la prostituta directamente" pues la exhibición de este instrumento "era harto sugerente a efectos intimidatorios, si se relacionaba con las violencias o lesiones leves sufridas, objetivadas médicamente y con la oscuridad y despoblado del lugar donde se desplazaron para mantener relaciones sexuales".
También ponía en duda la defensa el testimonio de la víctima sobre todo lo acontecido, si bien la sentencia señala que no puede pretenderse que desde un principio la víctima recuerde con exactitud lo ocurrido al hallarse "en situación estresante o violenta". De hecho, el Supremo considera que "repetir matemáticamente un relato es signo, en más de una ocasión, de una historia aprendida y no vivida".
