
Madrid, 19 dic (EFE).- El Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), de la Comunidad de Madrid ha sido condenado a pagar 70.000 euros a un hombre que perdió la visión en un ojo tras una cirugía errónea realizada en el Hospital Fundación Alcorcón en 2007.
Según la sentencia de la Sección 10ª del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en un caso tramitado por el Defensor del Paciente, el SERMAS, condenado por mala praxis, deberá indemnizar a un paciente de 74 años a quien le fue colocada una lente intraocular equivocada y al tratar la cirujana de corregir el error se produjo una lesión que le hizo perder la visión.
El paciente, según la sentencia remitida por el Defensor del Paciente, fue intervenido una primera vez en el ojo izquierdo en febrero de 2007 y posteriormente, el 3 de mayo de 2007, se llevó a cabo la operación del ojo derecho.
Cuando ésta segunda cirugía había concluido y dada por terminada (con el cierre de la incisión), el paciente fue derivado desde el quirófano a Planta pero nada mas salir del quirófano la oftalmóloga avisó "con nerviosismo y tensión extrema" el regreso del paciente al quirófano.
Según la sentencia, la médico explicó que había colocado una lente equivocada, siendo necesario intervenir de nuevo inmediatamente para cambiarla por la correcta.
Sin embargo, en el curso de esta nueva intervención la oftalmóloga debió romper la lente errónea y extraerla por fragmentos "ocasionando una alarmante hemorragia y edema".
Aunque finalmente pudo ser colocada la lente correcta, se produjo un daño "irreversible".
La sentencia refleja que "en el Informe de la operación no consta nada de lo ocurrido", pues la oftalmóloga intentó ocultar lo ocurrido, aunque posteriormente el anestesista reconoció en un pequeño informe que hubo un "cambio de lente durante el acto quirúrgico tras rotura de la primera".
Según la sentencia judicial, esta es la "prueba evidente de una ocultación fraudulenta de información clínica con el fin de intentar eludir responsabilidades".
La sentencia judicial dice que "es obligado partir del hecho de que en la operación de 3 de mayo de 2007 se infringió la lex artis al colocar una lente inadecuada y al extraerla con impericia, dando lugar a los daños generados: trasplante de cornea, deslumbramientos, etc".