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El reparto de acciones de elBulli enfrenta los peritos de Ferran Adrià y su exsocio

Barcelona, 30 oct (EFE).- El reparto del accionariado del restaurante "elBulli" ha enfrentado hoy al perito de Ferran Adrià con el de los hijos de su exsocio Miquel Horta, que defienden ser propietarios del 84% de "elBulli", pese a que su padre entró en el negocio en 1993 con un 20 %.

En el juzgado de primera instancia número 2 de Barcelona ha proseguido hoy el juicio por la demanda presentada por los hijos de Miquel Horta, según los que el chef Ferran Adrià y su socio Juli Soler -eximido de acudir a la visa por enfermedad- engañaron a su padre, aprovechándose de su inestabilidad psicológica por el trastorno biopolar que padece, para comprarle a un precio menor al que correspondería sus acciones de "elBulli".

El juicio ha enfrentado hoy a ambas partes con sus respectivos informes periciales sobre la valoración económica del restaurante, que los demandantes cifran en casi 80 millones de euros, y sobre el estado mental de Miquel Horta, declarado incapacitado por sentencia judicial en 2010 y que en 2005 pactó con Adrià y Soler la venta de sus acciones por 1,2 millones de euros.

El empresario entró en el negocio de "elBulli" en 1993 aportando 47 millones de las antiguas pesetas en concepto de préstamo y, de acuerdo con los dos cocineros, se adjudicó el 20 % de las acciones del restaurante, que ya tenía dos estrellas Michelin.

No obstante, la economista contratada por los demandantes para realizar la prueba pericial sobre la valoración económica del famoso restaurante ha defendido hoy que ya en 1993 Miquel Horta debía haber ostentado el 84 % de las acciones del restaurante, dado que a esa proporción correspondían los 50 millones de las antiguas pesetas que aportó al negocio.

Por su parte, ha recalcado la perito, Adrià y Soler invirtieron en la empresa 4 millones de las antiguas pesetas, un terreno hipotecado y unas acciones procedentes de otra sociedad de la que eran titulares, por lo que a su parecer sólo les correspondería el 16 % del accionariado.

Los hijos de Miquel Horta exigen a la juez que anule el acuerdo de compra-venta de las acciones de "elBulli" y se establezcan las bases para una nueva negociación, en la que, de acuerdo con esa pericial, a su familia le corresponderían hasta un máximo de 67 millones de estimarse que son propietarios del 84 % de las acciones.

La economista contratada por la familia Horta ha acusado además a Adrià y Soler de haber "vaciado su propia sociedad" en octubre de 2004, poco antes de la compra-venta de acciones, cuando cada uno de ellos facturó 300.000 euros a "elBulli" por la cesión de sus derechos de imagen.

Por su parte, el economista que ha aportado el letrado de Ferran Adrià ha opinado que la pericial que estima en casi 80 millones la valoración económica de "elBulli" está inflada y supone una exageración, dado que multiplica por 239 veces la inversión inicial.

"Esto sería una lotería más que un negocio", ha añadido el perito de los demandados, que ha defendido la corrección de las cuentas del restaurante y que la proyección sobre futuras ganancias establecida en el informe aportado por los demandantes "no tiene ningún sentido".

Además, ha recalcado, esas ganancias están calculadas partiendo de la base de que Ferran Adrià permaneciera como chef en "elBulli", cuando la experiencia del sector apunta a que la facturación de un restaurante con estrellas Michelin "cae en picado" cuando lo abandona el cocinero que las ganó.

El perito ha precisado que los 300.000 euros que Adrià y Soler facturaron a "elBulli" en 2004 en concepto de derechos de imagen supone sólo el 10 % de la facturación del restaurante y ha mantenido que esa fórmula económica no sólo es legal, sino además frecuente.

Asimismo, ha destacado que los ingresos en concepto de asesoramiento y consultoría que Ferran Adrià facturó para "elBulli" durante años eran incluso superiores a los generados por el propio negocio de restauración.

Otro de los elementos de discusión ha sido el estado psicológico de Miquel Horta y su nivel de capacitación para emprender negocios: los demandantes han aportado cuatro peritos para tratar de demostrar que el trastorno bipolar que padecía le convertía en manipulable.

Los psiquiatras que han declarado a petición de la familia Horta han señalado que el empresario tenía las capacidades mentales mermadas a consecuencia de ese trastorno y han sostenido que debería haber sido incapacitado mucho antes del año 2010.

Por su parte, el perito del demandado, que no examinó a Horta y ha basado su dictamen en los informes médicos sobre él, ha descartado que fuera una persona incapaz, dado que su historial médico no refiere episodios de psicomanías, y ha añadido que el trastorno bipolar "no impide a una persona autogobernarse".

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