
Melilla, 18 oct (EFE).- La presión migratoria en Melilla es equiparable a la del año 2005, aunque la entrada de inmigrantes es menor gracias a una mayor contención de estos, según ha afirmado el el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani.
En una entrevista con Efe, El Barkani ha analizado hoy la situación que está viviendo la ciudad autónoma, tras los últimos asaltos de inmigrantes subsaharianos que se han producido.
Según los datos que maneja, aunque la percepción es que la situación es "equiparable" a la de hace siete años en cuanto a presión, los números de inmigrantes que han conseguido acceder a territorios español son inferiores.
Y es que sólo en septiembre y en octubre de 2005 entraron en Melilla 1.405 inmigrantes, casi el mismo número que se ha registrado de enero a septiembre de este año, que han sido 1.438, cifra que incluye los llegados a los peñones e islotes de soberanía española situados junto a las costas marroquíes, aunque no la de los últimos asaltos del lunes y el martes.
El Barkani (Melilla, 1960) se ha referido a la necesidad de "reflexionar" sobre la inmigración, que ha dejado de ser un fenómeno para convertirse en un auténtico problema.
"Tenemos que volver a la época en la que la inmigración ha sido beneficiosa para el desarrollo económico del mundo. Nunca podremos acabar con los fenómenos migratorios, porque son buenos y son interesantes, pero hay que devolverlos a la senda de la normalidad y de la regularización", ha afirmado el delegado.
El Barkani ha asegurado que estamos ante un problema de "difícil solución", pero ha planteado la necesidad de tomar medidas "concatenadas y complementarias" desde distintos estamentos e instituciones, con objeto de mejorar la situación.
Una de las grandes líneas de trabajo que plantea es la de seguir con los trabajos de identificación, persecución y desmantelamiento de las mafias que trafican con seres humanos, cuyo único fin es el de lucrarse, incluso, a costa de poner en peligro la vida de "niños y mujeres embarazadas".
Asimismo, ha resaltado la importancia de trabajar en los países de origen de los inmigrantes, no sólo en materia de cooperación sino también de información, con objeto de que comprendan que son "engañados" y que la situación "no es tan fácil como se la cuentan".
"Pisar suelo europeo no significa que acaban sus problemas, todo lo contrario. Es la continuidad de sus problemas", asegura el delegado.
El Barkani también considera necesario trabajar en el ámbito legislativo, en la frontera y en la prevención, en definitiva, actuar en distintos niveles.
Aunque no ha querido entrar en los cambios en la legislación, la vigente Ley de Extranjería recoge que los inmigrantes que entran a la fuerza y trasgrediendo el ordenamiento jurídico deben ser devueltos a sus países de origen, algo que en muchos casos, sin embargo, no se produce.
El delegado del Gobierno ha valorado el trabajo que está realizando la Guardia Civil en la frontera, cuyos agentes no son insensibles a la situación y penalidades que sufren estas personas.
Eso sí, ha insistido en que los guardias civiles tienen que cumplir con su obligación, que es la de salvaguardar la frontera de Melilla, lo que significa impedir que entren inmigrantes.
Ha querido dejar claro que la Guardia Civil no está para abrir la puerta al inmigrante, pero ha asegurado que la fuerza que se emplea para repeler los asaltos es "la adecuada" y en ningún caso es excesiva.
El delegado ha dicho que en estos momentos no se plantea la posibilidad de que el ejército pueda ayudar en la vigilancia del perímetro como ocurrió en 2005, pero es una posibilidad que está ahí si la situación "se desborda".
Por el momento, la colaboración marroquí es importante, por lo que ha considerado "justo" reconocer ese trabajo que se está realizando en Marruecos, no sólo en los últimos días, sino desde antes.
Por último, ha dicho que la cifra de personas que hay en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que hoy ha visitado, está muy por encima de la capacidad idónea de 480, lo que ha obligado a instalar alguna tienda de campaña para dar asistencia a todo el mundo.
Noelia Ramos