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Más de 28.000 presos españoles sufren trastornos mentales, muchos sin tratar

Madrid, 2 oct (EFE).- Al menos 28.000 internos de las cárceles españolas sufren trastornos mentales, lo que se hace insostenible para aquellos que padecen enfermedades graves y deberían recibir un tratamiento psiquiátrico especial, una situación que denuncia el documental "Fuera de lugar", dirigido por Fernando Guillén Cuervo.

Alberto está al borde de "la total", la libertad completa, cuando es entrevistado en el documental "Fuera de lugar", y su declaración es, sobre todo, una promesa: no fallar a quienes le han ayudado. Esos que, en su caso, han roto una cadena que arroja a presos como él, afectados de psicosis, a la imposibilidad de reinsertarse.

No era fácil su vida antes de que la Fundación Manantial, que lidera la campaña de la que forma parte "Fuera de lugar", interviniera: "la gente dice de ti... 'mira el loco éste, se ha cortado el cuello'", recuerda, y agradece que ya no ve "miedo en la mirada" de los otros.

Él, como Iván o Elisa, protagoniza el documental que ha dirigido Guillén Cuervo, un trabajo que se ha presentado hoy en La Casa Encendida de Madrid. El director ha explicado cómo estos enfermos viven tan fuera de lugar en una cárcel como un paciente siendo operado de 'by pass' en un pasillo.

"Son gente de extracto social deprimido, cuya falta de medios, junto a carencias en el proceso judicial y policial, provoca que no sean diagnosticados y tratados" como la propia ley prevé, ha añadido el actor y director.

El documental, junto a una serie de imágenes impactantes, creadas por David Salaíces para actuar en las redes sociales, y una exposición fotográfica de Omar Ayyashi, forma parte de la campaña liderada por la Fundación Manantial.

Además del esfuerzo por denunciar el problema, la fundación está desarrollando un programa para formar a jueces, abogados y fiscales (mediante convenios con el Colegio de Abogados y el Consejo General del Poder Judicial) para que un diagnóstico a tiempo permita atajar este tipo de procesos y que, sencillamente, se cumpla la previsión de las leyes.

Este programa se suma a otros de ayuda directa a los enfermos inmersos en el universo hostil de la cárcel, que "parece diseñado para agravar la enfermedad mental", explican los responsables de la campaña.

Son internos que, con mucha frecuencia, van a prisión por incumplimiento de órdenes de alejamiento, en régimen preventivo o por condenas de menos de dos años, circunstancias que pocas veces llevan a otros condenados menos desfavorecidos a la cárcel, han explicado hoy desde la fundación.

Estos factores y el agravamiento de la enfermedad que la propia cárcel y el uso de drogas antes o durante la pena causan en los enfermos explica, al menos en parte, por qué el porcentaje de ellos que hay en las cárceles es tan alto, cuando en realidad el índice de personas con problemas psiquiátricos que comete un delito es inferior al de la media de personas sanas.

Así, la fundación informa de que el 80% de los presos españoles ha sufrido alguna vez un trastorno mental de consideración diversa (es decir, no necesariamente grave, como el caso de los protagonistas de "Fuera de lugar", cuya condición exige tratamiento intensivo).

El objetivo de la campaña es que se diagnostiquen a tiempo los problemas mentales para que se apliquen, en los casos así previstos por la ley, medidas penitenciarias que requerirán recursos sociales que ya existen y, en muchos casos, medidas alternativas a la prisión también previstas por la ley.

La libertad vigilada y los trabajos para la comunidad son, en este sentido, alternativas viables a la cárcel para personas que, en caso de ser estabilizadas, pueden reinsertarse si se les hace un seguimiento psiquiátrico mantenido durante la condena y tras su salida en libertad total, explican.

Francisco Tomás.

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