
Pekín, 18 sep (EFE).- El juicio contra Wang Lijun, el ex "número dos" del dirigente chino caído en desgracia Bo Xilai, concluyó hoy con una vista pública en el Tribunal Intermedio de Chengdu (centro), después de que ayer se celebrase una sesión a puerta cerrada, confirmó a Efe su abogada, Wang Yuncai.
"El juicio acaba de terminar, pero todavía se desconoce la sentencia ni cuándo se hará pública", confirmó la letrada a las 13.30 hora local (05.30 GMT).
Wang Lijun fue juzgado ayer por deserción y manipulación en una sesión a puerta cerrada, ya que en ella se iban a abordar secretos de Estado, según su abogada.
Hoy se celebró la audiencia pública para tratar los cargos de aceptación de sobornos y abuso de poder, unos delitos que, de ser considerados corrupción a gran escala, podrían ser castigados con la pena de muerte, de acuerdo a la legislación china.
Anteriormente, la Fiscalía había declarado que "los hechos relacionados con los delitos están claros, y las pruebas son concretas y abundantes".
Wang Lijun, ex jefe de Policía de Chongqing (centro) cuando Bo Xilai era el secretario general del Partido Comunista chino (PCCh) en la metrópoli, desató el mayor escándalo político de China en décadas cuando el pasado agosto intentó refugiarse en el Consulado de EEUU de la vecina Chengdu.
Allí, supuestamente, reveló la mala praxis de su jefe, que entonces era uno de los políticos con mayor proyección en China, y sugirió que la muerte del británico Neil Heywood el pasado noviembre en Chongqing no había sido un accidente, tal y como se había sugerido.
Apenas un mes después, Bo Xilai, hijo de uno de los líderes militares coetáneos de Mao Zedong, fue destituido de su cargo y, casi de forma simultánea, su esposa, Gu Kailai, fue acusada del homicidio voluntario de Heywood.
Gu fue sentenciada el pasado 20 de agosto a una condena a muerte suspendida, lo que en la práctica evita su ejecución, once días después de que se celebrase un juicio en Hefei (Anhui, centro-este), que apenas duró nueve horas.
Muchos analistas pronostican que, como máximo, Wang será condenado a cadena perpetua o recibirá una condena similar a la de Gu, aunque por el momento se desconoce la magnitud de los delitos económicos de los que se le acusa.
Wang es el primero de este caso que es acusado formalmente de prácticas corruptas, ya que Bo está siendo investigado únicamente por violaciones de disciplina dentro del PCCh.
Antes de que se desatase el escándalo, Bo y Wang eran alabados por algunos políticos y por los medios de comunicación chino por su lucha contra la corrupción en Chongqing.