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Los principales acusados de la banda de "Casuals" se niegan a declarar

Barcelona, 12 sep (EFE).- Los principales miembros de la banda de "Casuals" -hinchas radicales del Barça- acusados de secuestrar y torturar a narcos para robarles la droga se han negado a declarar en en el inicio del juicio, en el que algunas defensas han planteado la nulidad de las intervenciones telefónicas a los procesados.

En la sección segunda de la Audiencia de Barcelona ha dado hoy comienzo el juicio contra una quincena de miembros de una banda dedicada a asaltar a traficantes de droga, entre cuyos integrantes figuran miembros de los "Casuals" -rama radical de los Boixos Nois del Fútbol Club Barcelona-, con numerosos antecedentes e implicados, entre otras causas, en las amenazas de muerte al expresidente del Barça Joan Laporta.

Los principales acusados, entre ellos el presunto cabecilla de la banda Ricardo M. o su supuesto lugarteniente Manuel G.T., guardia civil hasta el año 2000 acusado de participar en la planificación de los golpes, se han acogido a su derecho a no declarar ante el tribunal.

También se han negado a contestar a las preguntas de la Fiscalía Carlos M., conocido como "Carlitos" y que en 2008 fue condenado por asesinar a navajazos a un joven a la salida de la discoteca "Nick" de Barcelona, y Antonio Torn, "Antoñito", ambos implicados en las amenazas de muerte a Laporta.

En las cuestiones previas al inicio del juicio, las defensas de varios de los acusados han planteado al tribunal la nulidad de las pruebas derivadas de las conversaciones intervenidas a sus clientes, al considerar que las escuchas se autorizaron de forma irregular o no estaban suficientemente motivadas.

Por este motivo, el presidente de la sala segunda, Pedro Martín, ha emplazado a las defensas a plantear por escrito sus alegaciones en relación a la posible nulidad de las actuaciones derivadas de las intervenciones telefónicas y ha aplazado el juicio hasta la semana próxima, para darse un plazo para decidir sobre las impugnaciones planteadas.

A la quincena de procesados que desde hoy se sientan en el banquillo, que acumulan numerosos antecedentes, se les acusa de una retahíla de delitos, entre ellos los de asociación ilícita, detención ilegal, robo, daños, lesiones y contra la integridad moral, por los que Ricardo M., considerado el supuesto cabecilla de la red, afronta la mayor pena, de 53 años de prisión.

Asimismo, la Fiscalía pide 36 años de cárcel para el guardia civil Manuel G.T. acusado de participar en la planificación de los golpes y el gobierno de la banda, y más de diez años para "Antoñito".

Esta red integrada por "Casuals" cayó en el año 2004, pero la banda prosiguió sus actividades delictivas dirigiéndolas incluso desde prisión, lo que desencadenó una segunda operación policial en 2010 que permitió detener a otros quince de sus integrantes, acusados de traficar con drogas y armas y de extorsionar a dueños de locales de ocio, en una investigación que está pendiente de juicio.

En la vista oral que hoy ha comenzado se juzgan varios golpes a narcotraficantes perpetrados en 2003 por los miembros de la banda, que en sus asaltos vestían chalecos reflectantes del uniforme de la Guardia Civil y utilizaban placas y carnés profesionales de la Benemérita.

Los procesados, según la Fiscalía, simulaban un despliegue policial para robar su mercancía a los traficantes, a los que presuntamente infligían "palizas de inhumana crueldad" aunque sus fechorías solían quedar impunes dada la "marginalidad de las víctimas".

Varios de los imputados fueron detenidos por los Mossos d'Esquadra tras el secuestro de un carnicero de Vic (Barcelona) al que pretendían robar un alijo de más de una tonelada de hachís y, en esa operación, uno de los "Casuals" se quitó la vida disparándose en la boca para evitar su arresto, mantiene la Fiscalía.

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