Santiago de Chile, 11 sep (EFE).- La confirmación judicial de que el presidente Salvador Allende se suicidó durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet marcó hoy el 39 aniversario del golpe militar en Chile, conmemorado con homenajes a las víctimas de la dictadura.
La jornada comenzó con algunos incidentes aislados. En el distrito de San Bernardo, al sur de la capital, grupos de encapuchados levantaron una barricada e intentaron atacar una comisaría de Carabineros. Hubo tres detenidos.
Además, algunos jóvenes encendieron barricadas y cortaron la avenida "11 de septiembre", en el distrito de Providencia. La policía desalojó un liceo cercano que había sido ocupado en la víspera y detuvo a diez personas, nueve de ellas alumnos.
Los homenajes se concentraron en el monumento a Salvador Allende que se levanta frente al Palacio de la Moneda, sede del Gobierno, hasta donde acudieron representantes de varios grupos de izquierda, incluido los partidos Comunista y Socialista.
"Mi abuelo fue un hombre coherente con sus ideales, luchó siempre por una sociedad más justa y creo que ese legado está más vigente que nunca", manifestó allí la socialista Maya Fernández Allende, nieta del presidente.
"Hoy en día son los movimientos sociales, los estudiantes, que han recogido la bandera de lucha para terminar con la desigualdad en nuestro país", dijo Fernández, que aspira a ganar la alcaldía del municipio de Ñuñoa en las elecciones del 28 de octubre.
Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, señaló que "los pueblos que olvidan tienen el riesgo de volver a repetirlo", y que "no se pueden morir los violadores de derechos humanos en la impunidad".
Según las últimas cifras conocidas, 76 agentes de la dictadura han sido condenados por violaciones a los derechos humanos, de los que 67 están efectivamente en prisión, aunque estas son especiales y cuentan con muchas más comodidades que las cárceles comunes.
Entre 1973 y 1990 murieron en la represión unas 3.200 personas de las que un millar siguen desaparecidas, y otras 38.000 fueron torturadas o sufrieron prisión política o tortura, según los registros oficiales.
Precisamente hoy la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la decisión de cerrar la investigación judicial sobre la muerte de Allende, abierta el 29 de diciembre de 2011 por el juez Mario Carroza, tras haber confirmado que el presidente se quitó la vida durante el bombardeo de La Moneda, como señalaba la versión más aceptada hasta ahora.
La indagatoria se abrió tras la presentación en 2011, por parte de la Fiscalía, de 726 querellas por casos de violaciones a los derechos humanos que nunca antes habían sido investigados, e incluyó la exhumación de los restos del mandatario socialista.
Un equipo multidisciplinario de peritos concluyó en julio de 2011 que la causa de muerte se debió a una "lesión perforante de la cabeza por proyectil de arma de fuego de alta velocidad a contacto", es decir, disparado desde muy cerca, lo que en medicina forense puede ser atribuible al suicidio.
"La familia se siente contenta de que el Poder Judicial haya podido reafirmar lo que de alguna forma sabíamos, pero esta vez científicamente", declaró a su vez la senadora Isabel Allende junto al monumento de su padre.
En el Congreso, en tanto, un diputado de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente, Ignacio Urrutia, calificó de "cobarde" a Allende.
"¿A los cobardes que se suicidaron ese día también le vamos a rendir homenaje? ¿Al cobarde que se suicidó ese día también?", espetó mientras se mantenía un minuto de silencio en memoria de los fallecidos el 11 de septiembre de 1973.
Este martes se prevé también la celebración de "velatones" (encendido de velas) en diversos puntos emblemáticos como el Estadio Nacional, el edificio número 38 de la calle Londres o en Villa Grimaldi, todos antiguos centros de reclusión o tortura.
El Gobierno, el primero de derechas que dirige el país desde 1990, no ha celebrado actos conmemorativos, como sí hacían los anteriores gobiernos de centroizquierda de la Concertación, y ha llamado a los ciudadanos a recordar esta fecha en paz.
Un llamamiento que se anticipa a los previsibles disturbios que se suelen registrar al caer la noche, sobre todo en barrios periféricos, y que obligan a muchos ciudadanos a regresar pronto a sus casas y a los Carabineros a reforzar su contingente policial.
