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Nariño será el laboratorio de la nueva estrategia antidrogas de Colombia

Tumaco (Colombia), 27 jul (EFE).- Nariño, el departamento de Colombia con mayor producción de drogas, será el laboratorio de la nueva Estrategia Integral contra el Narcotráfico presentada hoy por el Gobierno en Tumaco, pueblo con más cultivos ilícitos en el país y por donde sale la cocaína al Pacífico.

Si bien Tumaco siempre está en la mira, ya que allí desemboca el río por el que guerrilleros, nuevos paramilitares y mafiosos mueven la droga desde la selva, hoy fue un hervidero de policías y militares, algunos apostados en trincheras, con el propósito de dar seguridad al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

Este ministro, el más importante del Gobierno a causa del conflicto armado colombiano, presentó la nueva estrategia que dijo se ha adoptado a partir de una profunda revisión de la anterior.

Por este plan, se mantendrá la presión contra los traficantes y los cultivos de hoja de coca a través de la erradicación y fumigación, pero bajo un enfoque integral que permita acabar con todos los eslabones de la cadena del negocio y poner en marcha programas de desarrollo.

La estrategia "responde a que las mafias y sus integrantes mutaron, por ello (...) se mantendrá la presión militar y policial, pero dará más importancia a programas dirigidos a los ciudadanos", afirmó Pinzón.

"Conscientes de que estamos ante un problema complejo se ha diseñado esta nueva estrategia de intervención integral, que surge de una revisión de los esfuerzos exitosos de los últimos años y del aprendizaje de las nuevas formas que adoptan las bandas criminales", detalló.

Según el ministro, esta nueva política busca acabar "con los cuatro eslabones de la cadena del narcotráfico: producción, distribución, comercialización y delitos conexos", entre los que se incluye el lavado de dinero.

El objetivo es "llevar a mínimo histórico la producción de drogas" con acciones como "potenciar la prevención, erradicación e interdicción", para lo que, agregó, "se van a lanzar acciones contundentes en las zonas identificadas", en alusión a las áreas con mayores cultivos de coca, como es el caso de Nariño.

Según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en 2011 los cultivos ilícitos crecieron un 3 % en Colombia hasta las 64.000 hectáreas, y en Nariño, con 17.231 hectáreas, aumentaron un 8%.

Pinzón anunció que Nariño será el "laboratorio" de la nueva estrategia, por la se destinarán a este departamento más de 27 millones de dólares.

Lo hizo durante una intervención que escuchó atentamente el gobernador del departamento, Raúl Delgado, quien después tomó la palabra y expresó quizás lo que el ministro no quería escuchar.

En un rotundo y exaltado discurso, Delgado insistió en que durante años de erradicación de cultivos y fumigaciones aéreas se demuestra que esta política ha sido un fracaso para Nariño.

La razón es que Nariño sigue siendo el mayor productor de cocaína y una de las áreas más pobres y violentas de Colombia.

"Soy gobernador del departamento que representa el 27 % de los plantíos de coca a nivel nacional, cuatro de nuestros municipios figuran entre los 10 donde más plantíos de coca existen, pero también del departamento que más ha sido aspersado, fumigado", le dijo al ministro de Defensa.

También le habló de la violencia, el olvido y la pobreza a la que está sometida la población y afirmó que "en los últimos diez años se han fumigado más de 390.000 hectáreas en este departamento, que se suman a otras 113.000 erradicadas manualmente"

"El resultado es una permanencia de los cultivos de coca", manifestó el gobernador, al expresar que Nariño también es "el departamento que muestra los índices de homicidios más altos, hasta de 180 por cada cien mil habitantes" y "uno de los más afectados por el conflicto armado".

Aunque agradeció la nueva estrategia antidrogas, la cuestionó en parte: "Creo que la revisión debe ser mucho más profunda de la que se acaba de anunciar, sigue siendo el objetivo ante todo erradicar a través de erradicación (manual) y fumigación", afirmó.

"Los indicadores hablan de hectáreas destruidas, pero los indicadores no hablan de las personas ni las de las familias que hay detrás de este problema", insistió.

Y preguntó a Pinzón: ¿El objetivo es destruir coca, erradicar coca?, ¿o el objetivo es recuperar para el país, para la economía legal, territorios, pero sobre todo seres humanos que merecen que el Estado les brinde una segunda oportunidad?".

El gobernador de Nariño, por último, ofreció datos que resultaron relevantes para conocer los efectos en la salud de los habitantes y en el medioambiente de la fumigación.

"Para aspersar una hectárea se necesitan seis galones de glifosato; si es así, aquí se han aspersado más de dos millones de galones, difícil resistirse a admitir que no pudo causar un daño", concluyó.

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