
Barcelona, 16 jul (EFE).- El juez que investiga a una unidad de los Mossos d'Esquadra acusada de encubrir a un narco ha irrumpido hoy en la sede central de la policía catalana para hacerse con los originales de unas escuchas, ya que sospecha que se le ocultó información al entregarle unas copias alteradas.
Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, ha permanecido unas cinco horas en el complejo Egara de los Mossos en Sabadell (Barcelona), acompañado por la secretaria judicial y agentes de la División Económica y Técnica (SITEL) de la Policía Nacional, para buscar y copiar en un disco duro los originales de las escuchas.
En una providencia, el juez ha justificado su intervención para proceder al "cotejo y comparación" entre los originales de las escuchas a supuestos narcos a los que investigaba con los DVD que le entregaron los Mossos d'Esquadra, ya que las copias que recibió tenían "fuertes rayaduras, perfectamente advertibles a simple vista".
Esta diligencia se enmarca en el caso "Macedonia", sobre un supuesto caso de corrupción policial en la Unidad Adscrita de los Mossos d'Esquadra, en la que el juez Aguirre mantiene imputados al subinspector Antoni Salleras y a cinco de sus subordinados acusados de proteger a supuestos narcos y a agentes de la policía catalana a los que había ordenado investigar por tráfico de drogas.
El juez sospecha que en los DVD que los Mossos d'Esquadra le entregaron se omitían 708 ficheros de audio, 711 archivos de transcripción, 1.490 ficheros de sms y que otros cuatro ficheros de audio no eran idénticos al original, como ha constatado un informe pericial encargado por la acusación popular ejercida por el sindicato ultraderechista Manos Limpias.
Para contrastar ese informe de parte, el juez, a instancias de la Fiscalía, encargó a la División Económica y Técnica de la Policía Nacional que cotejara las copias máster de las conversaciones intervenidas a los imputados en esa causa con los DVD que la Unidad Adscrita le iba entregando a lo largo de la instrucción.
Sin embargo, la Policía Nacional advirtió al juez que le era imposible realizar correctamente la prueba pericial, especialmente la transcripción de las conversaciones omitidas, debido a que las copias máster entregadas por los Mossos d'Esquadra eran defectuosas, ya que estaban rayadas.
Por este motivo, el magistrado se ha dirigido personalmente al complejo Egara, que alberga entre otras el Área Central de Medios Técnicos de los Mossos d'Esquadra, para que los agentes de la Policía Nacional que le acompañaban pudieran obtener una "muestra indubitada y sin errores" de las escuchas, para cotejar los originales con los DVD que en su día le entregó la Unidad Adscrita.
Con el objetivo de evitar "posibles rayaduras" en la nueva copia, el magistrado ha ordenado que el clonado se haga en un disco duro y en presencia de la comisión judicial y de los peritos de la Policía Nacional.
La acusación ejercida por Manos Limpias sostiene que la supuesta manipulación de ficheros buscaba desviar su atención de la investigación sobre el entorno delictivo del supuesto narco Manuel G.G., un confidente policial que resultó clave para destapar una trama de corrupción de la Policía Nacional vinculada a los prostíbulos Riviera y Saratoga, de Castelldefels (Barcelona).
Precisamente, la investigación del caso "Riviera-Saratoga" fue llevada a cabo por la Unidad Adscrita de los Mossos d'Esquadra, que se creó ex profeso para esta operación, dirigida por el subinspector ahora imputado Antoni Salleras.
El conseller de Interior, Felip Puig, ha mostrado hoy su respeto por la intervención del juez, ha reiterado su "plena confianza" en la actuación de los agentes de la policía catalana investigados y ha admitido que, desde el punto de visita simbólico, la irrupción del magistrado en el complejo Egara es "chocante" y "compleja".