
Santander, 26 jun (EFE).- La portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gabriela Bravo, ha opinado hoy que el expresidente de ese órgano, Carlos Dívar, ha sido sometido a "un juicio paralelo" y a "una especie de procedimiento público inquisitorial" fuera de la vía judicial.
Además, Bravo ha calificado de "reprobables" los ataques a su vida personal y privada que considera "absolutamente infundados" y que entiende que constituyen "una verdadera trasgresión del derecho fundamental a la intimidad y la propia imagen".
La portavoz del CGPJ se ha pronunciado así en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, a preguntas de los periodistas sobre las declaraciones realizadas por Dívar, quien se considera víctima de una campaña "cruel, desproporcionada y con ensañamiento".
Antes de participar en el seminario "La presunción de inocencia y los juicios paralelos", Bravo ha dicho que el expresidente del CGPJ ha sufrido "una campaña bastante desproporcionada".
"Prácticamente, en algunos medios de comunicación, incluso a través de los medios, la propia opinión pública, ya había ejercido su propia valoración y había anticipado un resultado", ha agregado.
Bravo considera que también se ha puesto en marcha "una campaña de descrédito personal" que le "ha hecho mucho daño" y, aunque no ha querido valorar si estaba orquestada como sostiene Dívar, ha llamado la atención sobre la sucesión de los acontecimientos.
"Desde que se judicializó la denuncia se inicia una especie de procedimiento público inquisitorial fuera de la propia vía judicial", ha añadido la portavoz del CGPJ, quien ha insistido en que Dívar "fue juzgado por la opinión pública y se le anticipó la condena". "Eso desde mí punto de vista, es un juicio paralelo", ha aclarado.
En este sentido, Bravo ha apuntado a este caso como "ejemplo" de una "reflexión" sobre el tratamiento de la información y ha advertido de que "hay determinados ataques que, aunque en un principio se dirigen directamente a la persona, afectan directamente a las instituciones".
Además, ha señalado que desde el propio pleno del CGPJ se le puso de manifiesto a Dívar que quizás "tenía que haber gestionado mejor esta crisis y haber calculado mejor los tiempos", por lo que considera que la "responsabilidad de ese deterioro ha sido compartida".
"Las explicaciones en un momento anterior quizás hubiesen sido mejor entendidas y mejor recibidas, que veinte días después de haberse desatado ya todos los acontecimientos y con el clamor que había ya en la opinión pública", ha opinado Bravo.