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Las acusaciones mantienen los cargos por homicidio a un soldado en Jaca

Huesca, 25 jun (EFE).- Fiscalía y acusación particular han mantenido hoy los cargos por homicidio contra el exsoldado profesional Dioscar A.G. como presunto autor responsable del homicidio del joven soldado de Gijón (Asturias) Iván Castiello, el 11 de diciembre de 2009 en un acuartelamiento de Jaca (Huesca).

En el inicio del juicio con jurado que se celebra en Huesca por estos hechos, la representante fiscal ha solicitado 10 años de prisión para el procesado por un delito de homicidio con la atenuante de embriaguez, mientras que el representante de la acusación particular ha reclamado 15 años al entender que la bebida no debe considerarse una "patente de corso".

El letrado de la defensa, en su intervención preliminar, se ha referido a la gran cantidad de testigos que vieron bebido a su cliente el día en que ocurrieron los hechos para argumentar que no fue consciente de lo sucedido ni tuvo la intención de causar la muerte de la víctima.

En los prolegómenos del juicio, que se reanudará esta tarde, las acusaciones han solicitado que el Ministerio de Defensa sea declarado responsable civil subsidiario en el pago de las indemnizaciones, ya que en el momento de producirse los hechos había un expediente de expulsión en trámite del procesado por un delito penal previo.

Por estos hechos, la fiscalía solicita una indemnización de 52.000 euros para los dos hermanos de la víctima, mientras que el representante de la acusación particular reclama 200.000 euros.

Los hechos ocurrieron a primeras horas de la madrugada del 11 de diciembre de 2011 en la habitación que compartía el supuesto homicida con otros dos soldados en las instalaciones militares de la capital jaquesa.

Según la fiscalía, tras una noche de copas con otros compañeros de profesión, con uno de los cuales tuvo una pelea, el acusado regresó a su habitación sobre las 02.00 horas de la madrugada e inició una acalorada discusión a gritos con uno de sus ocupantes, durante la que exhibió una navaja.

En un momento no determinado, la víctima, Iván Castiello Medina, entró en la habitación y le dijo al acusado "baja la voz, relájate, que mañana tenemos que trabajar".

Instantes después de ser reprochada su conducta, el presunto homicida saltó sobre su víctima y le clavó una navaja en el abdomen, causándole una herida que le provocó la muerte dos horas después.

Según el letrado de la acusación particular, existía por parte del procesado "voluntad de matar", ya que en anteriores ocasiones había manifestado a otros soldados de la compañía su intención de "rajar" a Iván Castiello.

En su relato de hechos, el acusador asegura que cuando la víctima se encontraba en el suelo y trataba de sujetarse los intestinos con las manos, el proceso le propinó una patada al tiempo que le gritaba: "¡Que te levantes, maricona!".

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