El acusado de agresión sexual a su mujer reconoce que tuvo una relación con ella

Madrid, 20 jun (EFE).- El hombre acusado de agredir física, psíquica y sexualmente a su esposa en 2011 en el domicilio que ambos compartían en el distrito de Fuencarral-El Pardo ha reconocido hoy que insultó a su mujer y que mantuvo una relación sexual con ella, aunque a ella "no le apetecía".

Hoy se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio a Raúl A.C., de 27 años y de nacionalidad española, para quien la Fiscalía solicita quince años de prisión por los delitos de agresión sexual, maltrato en el ámbito familiar y lesiones psíquicas.

El procesado ha manifestado que, el 12 de octubre del año pasado, después de haber consumido hachís, mantuvo una discusión con su mujer Cintia L.T. en el domicilio en el que convivían, situado en la calle de Anastasia López, por los problemas económicos que tenían y que a él le provocaban "depresión, ansiedad y nerviosismo".

Raúl ha explicado que aquel día mantuvo una relación sexual con su mujer, aunque ha reconocido a ella "no le apetecía", al tiempo que ha indicado que no la obligó, ni forcejeó con ella.

El acusado ha asegurado que el 13 de octubre de 2011 le propinó "una patada" a Cintia, pero ha negado que le diera un mordisco o la amenazara con un cuchillo diciéndole que la iba a matar.

Raúl ha explicado que casi todos los días mantenía discusiones con Cintia, pero ha negado que le propinara patadas y empujones frecuentemente, porque los dos habían perdido el trabajo, se les había acabado la prestación, no tenían dinero ni para hacer un currículum y no sabían como afrontar estos problemas.

En el turno de última palabra, el procesado ha pedido perdón a Cintia, se ha mostrado "muy arrepentido" de lo ocurrido y ha señalado que "nunca ha querido hacerle daño".

Por su parte, Cintia ha prestado declaración, después de que su abogada anunciara que iba a retirar la acusación contra su marido, y ha subrayado que el día de los hechos Raúl había consumido hachís y volvió a su casa "nervioso" y "desquiciado".

La mujer ha apuntado que su esposo empezó a dar golpes y ha agregado que, aunque no le apetecía, accedió a hacerle una felación "para que se calmara", en contra de lo que mantuvo en la fase de instrucción.

Cintia ha resaltado que, "en su locura", su marido la insultó, cogió un cuchillo y se lo puso al cuello.

Ha confirmado que tenían discusiones con frecuencia por sus problemas económicos, que les generaban una gran frustración.

En la sesión, varios policías han detallado que el día de los hechos la mujer, que estaba muy nerviosa, les manifestó que su marido le había dado una patada y un mordisco, porque él llevaba varios días sin consumir drogas.

El psicólogo forense ha declarado que, durante los nueve años que llevan juntos, el procesado ha mostrado un total desprecio hacia su esposa y ha creado un clima continuado de violencia en el domicilio familiar, así como de sumisión y de anulación de la víctima.

Como consecuencia de estas vivencias, según el informe pericial, la mujer sufre lesiones psíquicas que consisten en síntomas depresivos, baja autoestima, sentimientos de culpa y ansiedad, por las que ha recibido tratamiento psicológico.