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Fernández Díaz propugna una nueva cultura del civismo para superar el "buenismo" del 68

Barcelona, 18 jun (EFE).- El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha propugnado hoy una "nueva cultura del civismo" para prevenir la violencia urbana y el incivismo, en todas sus formas de expresión, para superar el "buenismo" de la revolución de Mayo del 68, que convirtió en un valor positivo la transgresión.

En su intervención inicial en una conferencia-coloquio en el foro Barcelona Tribuna, Fernández Díaz ha sostenido que para atacar las raíces de la violencia urbana es clave que se invierta en educación para crear una "nueva cultura del civismo", así como endurecer el sistema de penas y revisar la política penitenciaria.

El ministro ha advertido que la violencia urbana tiene su máxima expresión en la "kale borroka", pero también se manifiesta a través de los antisistema, las bandas juveniles y la violencia deportiva y adopta formas como los grafiti y la ocupación de inmuebles.

Fernández Díaz ha abominado también del incivismo que se esconde detrás de distintas prácticas, entre las que ha enumerado provocar incendios forestales, destrozar material urbano, fumar en lugares prohibidos, participar en campañas de impago de peajes, romper cajeros automáticos, dañar sedes de partidos y profanar símbolos religiosos.

Además, ha subrayado que el "papel informativo" de los piquetes sindicales "parece innecesario" en la actual cultura de la sobreinformación.

A juicio del ministro, estos actos de violencia urbana y de incivismo se alimentan del "buenismo" que nació a raíz de la revolución de Mayo del 68, en la que considera que se empezó a ser tolerante con los intolerantes, a ver la transgresión como un valor positivo y se desvincularon derechos y responsabilidades.

A preguntas de uno de los asistentes al coloquio, el ministro ha aclarado que no ha puesto en el mismo saco actos de violencia urbana con incivismo, aunque ha insistido que todas estas expresiones forman parte de la "cultura de la transgresión", que se puede combatir desde el Código Penal o desde la Ley de Seguridad Ciudadana, con sanciones administrativas.

Fernández Díaz ha sostenido que la violencia es una "disfunción social" y una "forma inadecuada de expresar el malestar social o personal", por lo que considera prioritaria una reflexión a fondo sobre las raíces antropológicas que llevan de forma "perversa" a considerar normal que las diferencias se resuelvan de forma violenta.

"En Democracia, hasta el más noble de los ideales se desacredita si se defiende o se impone de forma violenta", ha subrayado.

El ministro se ha remontado al "buenismo" del Mayo del 68 y ha lamentado que los revolucionarios de entonces equipararon el rol de padres e hijos, de adolescentes y adultos, de alumnos y profesores y de ciudadanos y agentes del orden, al tiempo que se desvinculaban los derechos de los deberes y se alimentaba la transgresión.

"Es el mundo al revés: los antisistema que viven del sistema toman el espacio público que es del sistema. Esto es una apropiación indebida", ha exclamado Fernández Díaz, que también ha lamentado que desde determinados sectores se intente presentar como violentos a los agentes encargados de preservar la ley y el orden.

Por este motivo, ha defendido que, como medida preventiva, se invierta en educación para propugnar una nueva cultura del civismo que se base en valores transversales como el respeto a las normas, las leyes y a la autoridad.

Paralelamente, también ha abogado por un endurecimiento de algunos artículos del Código Penal, para castigar con al menos dos años de cárcel algunas prácticas habituales en las "guerrillas urbanas", para facilitar así que los fiscales puedan pedir prisión provisional para los detenidos por disturbios callejeros.

En este sentido, Fernández Díaz ha recordado que, a raíz de los incidentes del 29M en Barcelona, la Fiscalía tuvo que pedir medidas cautelares de prisión preventiva "que no estaban contempladas en la ley", aunque posteriormente, en declaraciones a los periodistas, ha aclarado que se hizo una evaluación "global y conjunta" de los hechos.

A la conferencia-coloquio, organizada por la Sociedad Económica Barcelona de Amigos del País (SEBAP), la Asociación Española de Directivos (AED), el Grupo Godó y Barcelona Tribuna, han asistido entre otros el conseller de Interior, Felip Puig, la delegada del gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna, y la presidenta el PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, así como mandos de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra.

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