Naciones Unidas, 21 may (EFE).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy calma a todos los involucrados en los disturbios desatados el domingo tras la muerte de un clérigo suní por disparos de militares en una región libanesa fronteriza con Siria.
"El secretario general está preocupado por las tensiones que ha vivido Líbano en días recientes y pide a todas las partes que dediquen todo sus esfuerzos a restaurar la calma", señaló el portavoz de Ban, Martin Nesirky, en un comunicado.
El máximo responsable de Naciones Unidas subrayó la necesidad de que el Líbano mantenga una "estabilidad continuada", por lo que apremió a "todas las partes a redoblar sus esfuerzos hasta la fecha para superar cualquier desafío que emerja sobre el terreno".
Ban destacó la labor que realiza el coordinador especial de la ONU en el Líbano, Dereck Plumbly, de quien dijo que lleva a cabo contactos sobre el terreno para "animar a todos los involucrados a trabajar por la calma y la estabilidad en el país".
El Líbano vivió el domingo disturbios armados que causaron al menos dos muertos y dieciocho heridos en un barrio de mayoría suní en Beirut, donde partidarios y detractores del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, se enfrentaron con ametralladoras y lanzagranadas.
El origen de los enfrentamiento fue la muerte el domingo por disparos de soldados libaneses, del clérigo suní Ahmad Abdul Wahid y de uno de sus escoltas en la región libanesa de Akkar, fronteriza con Siria.
El conflicto sirio ha profundizado la división entre los libaneses, una parte de los cuales apoya al régimen sirio, mientras que la otra respalda la revuelta popular iniciada a mediados de marzo de 2011.
La semana pasada, la ciudad libanesa de Trípoli fue escenario de choques entre partidarios y opositores a Al Asad, que causaron diez muertos y 130 heridos.