Los colgantes de cordón umbilical y los lujosos viajes de los nuevos "Gordos"

Madrid, 21 may (EFE).- Las nuevas generaciones del clan familiar de "Los Gordos", conocido por vender droga en la Cañada Real, lucen al igual que sus padres ostentosos colgantes de oro, algunos rellenos de fragmentos de cordón umbilical de sus hijos, pero se han modernizado en lo que se refiere a vacaciones de semi-lujo.

La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado hoy de la detención de 20 personas en una operación en la Cañada Real que ha permitido desmantelar el principal punto de "menudeo" de droga de la capital, que era controlado por un matrimonio del clan de "Los Gordos", Juan José de 41 años y Adela de 40.

Los arrestados, a los que por primera vez en la historia de estos clanes se les imputa un delito de crimen organizado, llevaban un alto nivel de vida, con coches de alta gama y vacaciones de lujo, visitas a caros prostíbulos e incluso financiación de fiestas flamencas, según ha relatado un responsable del grupo que les ha arrestado.

A pesar de su relativa juventud, la generación actual del clan, sucesora de una estirpe que se afincó en La Celsa en los 80 y pasó por Las Barranquillas para acabar en la Cañada, sigue viejas costumbres como lucir ostentosos colgantes y anillos de oro, ya que este metal denota poder.

Estas piezas las mandan hacer con las joyas que reciben de sus clientes, que en muchas ocasiones pagan la droga "en especie", que son fundidas y reconvertidas en colgantes con imponentes herraduras -símbolo de la buena suerte- y caballos incrustados, pistolas doradas o las iniciales de los cabecillas.

También se han intervenido imponentes anillos con originales sellos.

Lo más impactante para los no acostumbrados a las tradiciones gitanas es un colgante de oro aparentemente normal, pero que en el interior guarda un fragmento del cordón umbilical de un hijo de uno de los arrestados.

Sin embargo los "cachorros" tienen algunos gustos más modernos que sus predecesores, como coches de muy alta gama, de hasta 65.000 euros, y hacer viajes en yate alquilado por la costa valenciana.

En las fotos familiares de las vacaciones lucen veraniegos trajes blancos sobre coloridos tatuajes, especialmente "El Bola", uno de los ocho hijos del matrimonio que manejaba el negocio, al que la Policía no ha podido detener por el momento.

Los policías reconocen la dificultad para acabar con estos clanes familiares de la droga, ya que cuando unos miembros son detenidos, otros asumen las funciones, en lo que ha denominado "resistencia por sustitución".

Saben adaptarse a las peticiones de sus clientes sacando el mayor partido, ofreciendo por ejemplo "droga en roquita" (en piedra), como piden los toxicómanos porque creen que así no estará adulterada, pero adulterándola previamente.