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La Audiencia Nacional juzga a un etarra desde la cárcel por motivos de salud

Madrid, 3 may (EFE).- El etarra Jesús María Martín Hernando, "Txus", que padece un trastorno mental, ha declarado hoy por este motivo por videoconferencia desde la cárcel de Nanclares (Álava) en el juicio en el que se le acusa de colocar una bomba en Vizcaya en 1993, hechos por los que la Fiscalía ha pedido diez años de prisión.

En la vista celebrada en la sección segunda de la Audiencia Nacional, Martín Hernando se ha negado a contestar a las preguntas del Ministerio Fiscal, y aunque a preguntas de su abogado ha admitido que en 1993 colaboraba con ETA buscando pisos para los miembros de la banda, ha negado su participación en las acciones de la organización terrorista.

Por su parte, el etarra José Luis Martín Carmona, ya condenado por estos hechos, ha declarado como testigo y ha asegurado no recordar los hechos, por lo que se ha ratificado en la declaración que realizó tras su detención, en la que señalaba que el procesado se encargó de armar el artefacto y de llamar a la asociación de ayuda en carretera DYA para dar el aviso de bomba.

Otra integrante del "comando Vizcaya", Lourdes Txurruka, ha respaldado sin embargo la versión de Martín Hernando y ha dicho que éste se encargaba de buscarles alojamiento.

Además, varios agentes de la Ertzaintza que intervinieron en la desactivación del artefacto han asegurado que si la bomba no hubiera sido desactivada habría causado grandes destrozos y hubiera provocado un grave daño a las personas.

En la presentación de las conclusiones finales, el abogado de Martin Carmona ha solicitado al tribunal que se aplique el Código Penal de 1973, por ser más favorable al reo ya que según la anterior legislación los hechos estarían ya prescritos.

Sin embargo, el fiscal Marcelo de Azcárraga ha elevado a definitiva su petición de diez años de cárcel para Martín Hernando por considerar que, junto con Martín Carmona, fue un "verdadero director" y "organizador" del hecho, lo que le convierte en autor de un delito de estragos terroristas en grado de tentativa.

Según el relato del fiscal, el etarra colocó en la madrugada del 6 de septiembre de 1993 un artefacto explosivo en la Avenida Amaya de Leioa que previamente había elaborado de "mutuo acuerdo" con el etarra José Luis Martin Carmona.

Sin embargo, la bomba fue desactivada por agentes de la Ertzaintza que acudieron al lugar después de que una llamada en nombre de ETA advirtiera de su colocación.

Según el colectivo de apoyo a los presos de ETA Herrira, Martín Hernando sufre un trastorno mental que le ha llevado en varias ocasiones a protagonizar intentos de autolesión graves.

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