El Tribunal Supremo revisará el próximo 11 de abril a puerta cerrada la sentencia de la Audiencia Nacional que en mayo del pasado año absolvió a Ibón Fernández Iradi, alias 'Susper' y condenó a su compañera de comando Ainhoa García Montero a 140 años de prisión por el intento de asesinato del concejal del PSE Iñaki Dubreuil.
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Supremo revisará el próximo 11 de abril a puerta cerrada la sentencia de la Audiencia Nacional que en mayo del pasado año absolvió a Ibón Fernández Iradi, alias 'Susper' y condenó a su compañera de comando Ainhoa García Montero a 140 años de prisión por el intento de asesinato del concejal del PSE Iñaki Dubreuil.
El atentado causó la muerte de dos trabajadores de la empresa Elektra y gravísimas heridas a otros dos en febrero de 2001 en la estación de tren del barrio de Marturtene de San Sebastián.
Los magistrados de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal que juzgaron lso hechos consideraron que existían pruebas suficientes de la participación de García Montero en los hechos, dado que se incautó en una vivienda que frecuentaba --y en la que también solía residir 'Susper'-- un dossier con sus huellas dactilares en el que había recogido información sobre el concejal, a partir de varios seguimientos.
El ponente de la sentencia que dictará el alto tribunal será el presidente de su Sala de lo Penal, Juan Saavedra, han informado fuentes de este órgano.
La resolución recurrida precisa que entre los datos recabados figuraba "información detallada" de Dubreuil entre la que se incluía el lugar exacto de su domicilio particular, medios de acceso al mismo, acompañamiento de escoltas y fotografías con su imagen así como que solía coger el tren de Ordizia y se bajaba en Martutene para ir a trabajar.
Además, destaca que la información sobre el concejal socialista está "manuscrita de puño y letra" por la condenada, y resalta la existencia de una prueba grafológica que confirma que la letra es de la miembro de ETA.
FALTA DE PRUEBA CONTRA 'SUSPER'
En el caso de 'Susper' los magistrados pudieron de manifiesto que no existía "corroboración objetiva externa" de su implicación en los hechos y que lo único que le relacionaron con ellos fueron las declaraciones ante la policía de otros coimputados, que no pudieron ser contratadas a partir de otros indicios.
A partir de los datos recabados, explicaba el tribunal, el comando que integraba García Montero colocó un artefacto explosivo en el maletero de un coche robado que se estacionó en el apeadero de ferrocarril de Martutene con la intención de hacerlo explotar al paso de Iñaki Dubreuil.
El 22 de febrero Dubreuil, su escolta y el resto de pasajeros bajaron del tren cerca de las ocho de la mañana. No obstante, al cruzar la calle, Iñaki Dubreuil y su escolta se rezagaron y fueron adelantados por un grupo de trabajadores de la empresa Elektra, que se encuentra en las inmediaciones.
En ese momento, uno de los miembros del comando, cuya identidad se desconoce, accionó el artefacto. La deflagración alcanzó de lleno a Ángel Santos y Jesús Leonet, que murieron en el acto. Otras dos personas que les acompañaban, José Ignacio Urrestarazu e Igor Larrea, sufrieron gravísimas lesiones. Otros cuatro pasajeros del tren sufrieron heridas de menor consideración.