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El fiscal cree que es un "milagro" que no hubiese más víctimas en el atentado de Santa Pola

San Fernando de Henares (Madrid), 22 feb (EFE).- El fiscal Miguel Ángel Carballo ha considerado hoy que es un "milagro" que en el atentado contra la casa cuartel de Santa Pola (Alicante) en 2002, en el que murieron una niña y un jubilado y hubo 55 heridos, "no hubiese más víctimas mortales y heridos de mayor gravedad".

Así lo ha manifestado el fiscal en la última sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Nacional contra los etarras Oscar Zelarain y Andoni Otegi -que no han usado su turno de última palabra- por ese atentado perpetrado el 4 de agosto de 2002, hechos por los que la Fiscalía y las acusaciones han pedido 1.180 años de cárcel para cada uno.

"La única tranquilidad que podemos tener frente al dramatismo de los hechos es contar con un gran acervo probatorio que garantice la condena solicitada", ha considerado Carballo.

Para el representante del Ministerio Público, cualquier calificativo empleado en esta causa resulta "superficial y ocioso" pues, según ha dicho, "cualquiera somos hijos y sabemos lo que es perder un padre y algunos somos padres y no podemos imaginar lo que es perder un hijo".

Carballo ha invocado la "reiterada" prueba que existe en este proceso y que también ha servido para condenarles por otros atentados cometidos ese verano y, en concreto, ha citado la "autocrítica" manuscrita por Otegi intervenida al dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, "Susper", en la que los miembros del "comando Argala" relatan de modo preciso el atentado cometido en Santa Pola.

"Toda una dramática y terrorífica peripecia en un breve periodo de tiempo para la cantidad de atentados que cometieron, con las vidas que segaron y el terror que provocaron que era su interés", ha sostenido.

Asimismo, ha aludido a la cinta de vídeo con grabación de imágenes del acuartelamiento que se les incautó a los acusados tras ser detenidos en Bagneres de Luchon (Francia) el 20 de septiembre de 2002, y en la que hay una huella dactilar de Otegi.

También ha destacado el fiscal los reconocimientos fotográficos que realizaron una decena de testigos de los acusados, lo que, según ha dicho, adquiere "gran relevancia", pues no sólo se cuenta con la "autocrítica" de Otegi.

Para Carballo hay "razones sobradas" que acreditan la gravedad de los hechos y, en ese sentido, ha señalado que los terroristas no dieron aviso previo de la bomba "para causar terror y alarma" y que la hora del atentado (20:15 horas) estaba "perfectamente decidida" para "atraparles cenando", tal y como consta en la "autocrítica".

"Es difícil confiar en la posibilidad de un arrepentimiento sincero que alumbre la reinserción de estos acusados y que en un futuro piense en una excarcelación en la que puedan comportarse con auténtico arrepentimiento", ha afirmado Carballo, que ha concluido su informe lamentando no poder pedir indemnización para algunos perjudicados "que fueron los que más perdieron porque perdieron su propia vida".

Por su parte, el abogado de la familia de la niña fallecida, Juan Carlos Rodríguez Segura, ha considerado "verdaderamente aberrante" que ETA "buscara la paz del hogar y el momento idóneo" para causar el mayor numero de muertos.

"Era el momento oportuno de crear esa ratonera", ha manifestado el letrado, que ha subrayado la numerosa prueba que existe para condenar a los acusados.

Para Rodríguez Segura, la pequeña Silvia se ha convertido en "un ángel de la Guardia Civil" que es un símbolo para todos las víctimas del terrorismo.

"El corazón es lo ultimo que se desprende del cuerpo", ha dicho el abogado citando a San Agustín antes de añadir que "el alma de Silvia está entre todo nosotros".

El fiscal reclama que los acusados indemnicen con 350.000 euros a los padres de la pequeña y con 250.000 para los herederos del jubilado, además de solicitar una indemnización de 5.000 euros para los tíos de la niña, cuyo hijo de 3 años resultó herido en el atentado y 125.600 euros para los perjudicados.

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