La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años de prisión al acusado de incendiar su propio piso de Igualada (Barcelona) en septiembre de 2008 porque "no podía aguantar más", según declaró ante el juez durante el juicio oral.
BARCELONA, 20 (EUROPA PRESS)
Después de prender fuego a los muebles de madera de su apartamento en el edificio de tres plantas de la calle Clos número 35, Bienvenido B., de 50 años, cogió el teléfono entre llamas e informó a la policía de que había quemado su casa, gracias a lo que los Bomberos pudieron evacuar a cinco vecinos del inmueble y evitar una tragedia.
Según la sentencia, el fuego, que causó unos desperfectos valorados en 24.135 euros, se había propagado por todo el edificio y el humo invadía la escalera, lo que dificultó las tareas de rescate de los Bomberos, que necesitaron una escalera móvil extensible para salvar al vecino del tercer piso.
Ante el juez, Bienvenido B. mantuvo su postura inicial y reconoció haber cometido los hechos, argumentando que no podía aguantar más, pese que la sentencia no desarrolla los motivos que le llevaron a esa drástica solución.
El magistrado ha fallado que este suceso es constitutivo de un delito de incendio con peligro para la vida o la integridad física de las personas, si bien ha aplicado la eximente incompleta por la anomalía psíquica que sufrió el procesado --un brote psicótico-- y por drogadicción --consumía alcohol y cocaína--, más la atenuante por reparación del daño, porque avisó a la policía.
Además de ingresar en prisión, Bienvenido B., que en el juicio afirmó que recordaba los hechos solo "de manera sesgada", estará sometido a tratamiento ambulatorio durante cuatro años hasta que recupere su salud y deberá indemnizar los 24.135 de los desperfectos a la compañía aseguradora.