
Barcelona, 23 ene (EFE).- El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha advertido hoy que la amenaza terrorista yihadista "persiste" en Cataluña, donde en los últimos seis años la Policía Nacional ha desarticulado doce células islamistas y ha detenido a 127 supuestos terroristas vinculados con estos grupos.
Cosidó ha lanzado este aviso en su intervención en Barcelona en la toma de posesión de Agustín Castro Abad como nuevo jefe superior de la Policía Nacional en Cataluña, en sustitución de Narciso Ortega.
Ante una nutrida representación política, económica y policial, el director general de la Policía ha garantizado que la Policía Nacional centrará todos sus esfuerzos en impedir la comisión de cualquier atentado o acción terrorista, utilizando todos los instrumentos que permite el Estado de Derecho.
Cosidó ha enfatizado que Cataluña tampoco puede ser utilizada "de ningún modo" como plataforma para reclutar, financiar o apoyar al terrorismo yihadista en otros países, por lo que considera "vital" reforzar la inteligencia policial para anticiparse a los actos terroristas y prevenir la radicalización de cualquier colectivo.
El segundo principal "desafío" de la Policía Nacional en Cataluña es combatir el crimen organizado, ya que, especialmente Barcelona, según Cosidó, se ha convertido en un "punto de atracción" para las redes trasnacionales de delincuencia organizada por su "dimensión, dinamismo y posición geoestratégica en el Mediterráneo".
En este sentido, el director general de la Policía ha destacado que durante el pasado año la Policía Nacional detectó la presencia de 65 redes de crimen organizado que operaban en Cataluña, de las que más del 70 % lograron ser desarticuladas.
Cosidó ha defendido la cooperación policial para luchar contra las redes de crimen organizado, ya que está convencido de que ningún cuerpo de seguridad puede hacer frente "por si solo" a una amenaza de la "gravedad, entidad y peligrosidad" que estas redes representan para Cataluña y el conjunto de España.
Otro de los principales retos de la Policía Nacional en Cataluña es combatir la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos, ya que esta comunidad se encuentra en la "primera línea" de la lucha contra esta amenaza, según Cosidó.
El director de la Policía ha recordado que en Cataluña la Policía Nacional desarticuló el pasado año un total de 44 redes dedicadas al tráfico de personas y practicó más de 1.200 detenciones por falsificación de documentos o explotación laboral o sexual de extranjeros.
Además, en el aeropuerto de El Prat de Llobregat (Barcelona), que junto al madrileño de Barajas es uno de los principales puntos de entrada ilegal en España, durante el pasado año se rechazó la entrada de 600 personas.
Cosidó también ha planteado como reto para la Policía Nacional mejorar la calidad de los servicios de documentación que prestan, así como aumentar la vigilancia sobre los grupos radicales antisistema, tanto de extrema derecha como de extrema izquierda, que supongan un riesgo para la convivencia.
"No hay espacio posible de impunidad ante ningún delito", ha advertido Cosidó, que ha apuntado que la colaboración con los otros cuerpos policiales, especialmente los Mossos d'Esquadra, será "vital" para alcanzar una calidad de respuesta óptima.
Por su parte, el comisario Agustín Castro, tras jurar el cargo, ha destacado que Barcelona y Cataluña han sido siempre una escuela para los policías y, parafraseando al presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha señalado que en los actuales tiempos de crisis la Policía Nacional "tiene que hacer más, con menos".
Al acto han acudido, entre otros, el conseller de Interior, Felip Puig, la delegada del Gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna, altos mandos policiales, el director del aeropuerto de Barcelona, Fernando Echegaray, el presidente de la Fira de Barcelona, Enric Lacalle, y el delegado del Consorcio de la Zona Franca, Jordi Cornet.