Madrid, 23 ene (EFE).- El hombre que en octubre de 2009 mató a sus padres a cuchilladas después de intentar suicidarse, en la vivienda familiar situada en el barrio del Pilar, ha sido hoy absuelto penalmente pero ha aceptado el acuerdo al que han llegado las partes y por el que pasará 25 años en un centro de psiquiátrico.
Andrés P.P., de 50 años, no ha querido hacer ningún comentario durante la vista, que finalmente ha quedado reducida a un acuerdo de conformidad y no a un juicio con jurado popular, tal y como estaba previsto por la sección sexta de la Audiencia Provincial de Madrid.
El fiscal ha acordado aplicar la eximente completa de anomalía psíquica al acusado, que padece esquizofrenia paranoide con trastorno delirante crónico y que le provoca que, incluso hoy en día, piense que sus padres fueron asesinados por unos sicarios, según ha explicado su abogada, Susana Chávarri.
Andrés, hijo de un catedrático de Filosofía de la Universidad de Salamanca y de una profesora de inglés, tiene estudios universitarios y tuvo su primer brote esquizofrénico en 2006, por lo que regresó a la vivienda familiar tras haber vivido varios años independiente, ha relatado su letrada.
Los hechos sucedieron la mañana del 11 de octubre de 2009 cuando el padre del procesado llamó por teléfono al 112 para avisar de que su hijo estaba lesionándose y quería que sus progenitores también se mataran.
Al llegar la policía al número 43 de la calle de Fermín Caballero se encontraron al procesado sentado en una silla con cortes en el cuello y a sus padres muertos en el suelo, ha destacado Chávarri, quien ha especificado que, aunque se haya acordado 25 años de internamiento en un psiquiátrico, serán los propios médicos los que irán viendo su evolución.
Por su parte, el abogado de la acusación particular que representa a tres hermanas del acusado, Jesús Martínez, ha destacado que el acuerdo satisface a sus clientas pero que están preocupadas porque lo que ellas desean es que tenga "un tratamiento adecuado en un centro adecuado".
Las tres hermanas del acusado han renunciado a cualquier tipo de indemnización, mientras que el cuarto hermano, un varón, solicita 112.000 euros de responsabilidad civil, cantidad que tendrá que ser finalmente fijada en sentencia.
