
Barcelona, 11 ene (EFE).- Los funcionarios que mantenían bloqueada la cárcel Quatre Camins de La Roca del Vallès (Barcelona) han decidido desconvocar su protesta y trasladarla ante la sede de Servicios Penitenciarios en Barcelona, donde desde ayer permanecen encerrados 13 delegados sindicales.
Según han informado a Efe fuentes sindicales, la protesta que ha impedido el relevo del turno de noche de Quatre Camins se ha desconvocado hacia las 11.30 horas en una asamblea espontánea organizada por los funcionarios concentrados.
Los funcionarios han depuesto su actitud después de que el propio director de la prisión se haya reunido con algunos de los concentrados y se haya brindado incluso a presentar su dimisión si con ello podía contribuir a normalizar la situación en los centros penitenciarios I y II de Quatre Camins.
Los concentrados han decidido entonces trasladarse a las puertas de la sede de Servicios Penitenciarios de Barcelona, donde 13 delegados sindicales permanecen encerrados desde ayer tras interrumpir las negociaciones que mantenían con representantes de la administración sobre los recortes que Justicia pretende aplicarles.
Los delegados sindicales siguen con su protesta y, por el momento, no se les ha comunicado que la administración esté dispuesta a sentarse de nuevo en la mesa negociadora.
Esta mañana, el director general de Servicios Penitenciarios, Ramon Parés, ha condicionado la reanudación de las negociaciones con los funcionarios al desbloqueo de la cárcel de Quatre Camins.
Según las estimaciones de los sindicatos, el bloqueo de Quatre Camins I, que alberga a 1.717 presos, ha alterado la actividad normal de la mitad del recinto penitenciario, donde los internos han tenido que permanecer recluidos como medida de seguridad y se les ha ido repartiendo la medicación y el desayuno celda por celda.
Dos módulos de Quatre Camins I han podido ser abiertos con normalidad, pese al bloqueo, mientras que Quatre Camins II Jóvenes -que cuenta con 375 internos- ha funcionado con normalidad.
Portavoces sindicales aseguran que se han sumado a la huelga de celo convocada por el sector funcionarios de las cárceles Lledoners de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), Ponent de Lleida, Tarragona y Modelo de Barcelona.
En esa huelga de celo, los funcionarios tienen previsto llevar al extremo las funciones previstas en el reglamento penitenciario en materia de seguridad, por ejemplo con cacheos y controles exhaustivos a los internos, lo que a la práctica podría acabar congestionando el funcionamiento de las cárceles.
El mayor impacto de esa huelga de celo, cuyos efectos acumulativos, de tener éxito, no se notarán hasta al cabo de unos días, podría producirse en la cárcel Modelo de Barcelona, donde la protesta podría colapsar las conducciones de presos a los juzgados y, de rebote, la actividad judicial, ha explicado a Efe Cristian Pérez, de CSIF.