Las dos familias arousanas que en 2010 fueron objeto de sendos secuestros exprés han declarado que se sintieron vigiladas en sus lugares de residencia en Vilanova (Pontevedra), desde un mes antes de ser abordados por varias personas que les golpearon y retuvieron contra su voluntad durante un par de horas. En la segunda sesión del juicio han sido incapaces de identificar a algunos implicados, ya que iban encapuchados.
PONTEVEDRA, 16 (EUROPA PRESS)
En la vista celebrada en la Audiencia de Pontevedra, las víctimas no han podido identificar a todos los procesados, dos extranjeros y tres gallegos, ya que la mayoría de las personas que los asaltaron iban encapuchadas, según han recordado.
En cuanto al móvil, Francisco Padín Fernández ha dicho que las personas que lo asaltaron en su casa, le pegaron y lo retuvieron junto a su esposa, su hija y su suegra, y le "pidieron dinero". Sin embargo, ha confirmado que no les dio nada y después de revolver la casa se llevaron todo lo que encontraron de valor.
En cambio, en el caso de una pareja de Vilanova asaltada en el garaje de su casa y trasladada luego maniatados a un monte, aunque los encapuchados también les pidieron dinero finalmente se marcharon sin llevarse nada, según han ratificado. Por eso, no reclaman indemnización alguna ya que lo único que quieren es "vivir tranquilos".
RECUPERAR DINERO DEL NARCOTRÁFICO
En la sesión del juicio celebrada este viernes no se ha mencionado la palabra narcotráfico, aunque en sus declaraciones iniciales a la Policía el ciudadano ruso y el albanés procesados en esta causa habían explicado que habían sido contratados para recuperar un dinero que procedente del trafico de drogas.
Sin embargo, en el juicio la estrategia fue negarlo todo. En este sentido, han sostenido que sus declaraciones las realizaron, según ellos, al dictado de la Policía.
