Pamplona, 28 oct (EFE).- El colectivo "Mugitu", opuesto a la construcción del TAV y que se atribuyó el lanzamiento de tres tartas a la presidenta navarra, Yolanda Barcina, ha dicho hoy que no buscaban violencia con la acción sino "dañar su imagen pública" como dirigente de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).
Así lo han señalado en conferencia de prensa dos portavoces del movimiento, conocido en el País Vasco y Navarra por sus acciones en contra de la construcción del corredor de Alta Velocidad que unirá España y Francia, obra que apoya la CTP, que ayer celebró en Toulouse (Francia) una sesión plenaria en la que Barcina fue investida presidenta para los dos próximos años.
Al pleno accedieron varios miembros de Mugitu, tres de los cuales lanzaron sendas tartas contra Barcina, quien recibió el impacto de dos de ellas en la cabeza, una acción que Mikel Alvarez, uno de los portavoces, ha subrayado que no tuvo "carácter violento", sino que pretendía "dañar su imagen".
Al respecto, ha señalado que "los tartazos son una forma de protesta y denuncia que se usa en todo el mundo" y tienen un "carácter cómico y reivindicativo" y, en ningún caso, pretenden causar daños físicos, como a su juicio lo demuestra la "normalidad" con la que su acción fue recibida en Toulouse, donde el grupo de activistas se retiró "sin ningún problema".
Ha sido hoy, al llegar a Pamplona, cuando la Policía foral ha detenido en relación con estos hechos a tres personas, según fuentes del departamento de Interior, si bien desde "Mugitu" solo han confirmado dos detenciones, las de Julio Villanueva e Ibón García, por un presunto delito de atentado a la autoridad.
Esta diferencia de trato entre la policía francesa y la navarra ha sido atribuida por Alvarez a la "manipulación política" que, a su juicio, ha tenido esta acción, con la que se ha conseguido su objetivo de "poner sobre la mesa el Tren de Alta Velocidad", pese a que las "acusaciones de usar la violencia y la agresión intenten desviar el tema".
"Este tipo de acciones entra en la línea de desobediencia no violenta" a la que han animado a unirse, ha dicho Alvarez tras lamentar la "obcecación" de los gobiernos vasco y navarro en "imponer" una infraestructura que, han dicho, es muy cuestionada por los ciudadanos.
En todo caso, ha añadido que han recibido "muchas felicitaciones" por el "tartazo", ya que "es conocido que Barcina es una política muy criticada por la actitud impositiva que ha venido mostrando ante los movimientos populares y asociativos".
