Asegura que la anciana le propinó varias bofetadas, lo que provocó que se quedara "un poquito loco"
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Un acusado de nacionalidad rumana ha reconocido en su declaración que asestó hasta quince puñaladas a una vecina en el cuello y en la cara después de que perdiera "la razón" debido a que la mujer, de 84 años, subió hasta en tres ocasiones a su casa para pedirle que bajara el volumen de la música y llegó a darle varias bofetadas.
Un Jurado Popular ha comenzado a juzgar a Elvis T. como autor de un delito de asesinato, por lo que se enfrenta a 18 años de cárcel. La defensa del acusado pide que se le aplique las atenuantes de confesión, drogadicción y la atenuante analógica de enajenación o trastorno mental al no actuar "de forma racional" por presentar un trastorno antisocial de la personalidad.
En la introducción de los hechos, el fiscal ha ilustrado al Tribunal de Jurado de las circunstancias en las que se produjo el crimen, ya que el agresor asestó "reiterada y despiadadamente" hasta quince puñaladas a la mujer.
A pesar de la confesión del asesinato, el fiscal ha querido precisar que no ocurrió del modo relatado por el procesado, ya que éste aseguró en la instrucción del caso que la anciana le había agredido antes al darle varias bofetadas y ello provocó que perdiera la razón.
Además, ha descartado que no actuara bajo plenas facultades psíquicas a la vista de que ocultó el cadáver de la mujer en el cuarto de la limpieza, con la cabeza cubierta con una bolsa de plástico.
En su declaración, Elvis ha relatado que el día de los hechos estuvo con un compatriota bebiendo y consumiendo cocaína después de mantener una discusión con su novia. Ya en domicilio, decidió poner música con un volumen bastante alto y comenzó a cocinar algo para comer.
"La vecina bajó a mi casa y me dijo que bajara la música. Le dije que sí y volvió a subir a los diez minutos. Me hablaba mal y me amenazaba con llamar a la Policía", ha contado el procesado.
Según su relato, la víctima subió de nuevo y salió a la puerta con un cuchillo de cocina al estar cocinando. Tras mantener una discusión, la anciana le llegó a dar varias bofetadas, lo que hizo que se quedara "un poco loco".
"Me quedé un poquito loco. Me dio otra bofetada en el pecho y me agarró una mano con las uñas. No podía separarme", ha relatado y ha añadido que a partir de este momento no recuerda nada más de lo sucedido.
A preguntas sobre qué hizo con el cadáver o por qué cubrió la cabeza de la fallecida con una bolsa de plástico, el procesado ha contestado que no recordaba nada. "Empecé a recordar cuando llegué a Rumanía", ha indicado en alusión a que días más tarde al crimen huyó a su país.
RELATO DEL FISCAL
En el escrito de acusación, el fiscal relata que el procesado bajó a última hora del 27 de febrero de 2010 a la casa de una vecina, de 84 años.
Por causas que se desconoce, se inició una discusión en cuyo transcurso se dirigió a la cocina cogiendo un cuchillo con una hoja de al menos 17 centímetros y le asestó múltiples cortes, hasta dieciséis, en la zona de la cabeza y cuello.