Nairobi, 18 oct (EFE).- Kenia ha reforzado la seguridad en el centro de Nairobi y el extrarradio de la capital en respuesta a las amenazas de la milicia fundamentalista islámica Al Shabab, lanzadas tras la entrada de las tropas kenianas en Somalia, informaron hoy fuentes gubernamentales al diario local "The Standard".
Según las fuentes, citadas la edición digital del rotativo local "The Standard, varias agencias de seguridad se han movilizado para prevenir posible ataques de los radicales islámicos, vinculados a Al Qaeda, en los lugares más concurridos de la capital.
Además, se informó de que el comisario de la Policía de Nairobi, Antony Kibuchi, pidió a los residentes de la ciudad que informen sobre "cualquier persona u objeto sospechoso que vean".
"Somos nosotros quienes tenemos que derrotar a esos criminales que amenazan nuestra paz", agregó.
Un residente de Eastleigh, el barrio de mayoría somalí de Nairobi en el que se calcula que residen entre 300.000 y 400.000 emigrantes llegados del país vecino, confirmó a Efe que había mucha presencia policial y "mucho movimiento" en la zona.
"The Standard" no menciona, sin embargo, incremento alguno de las medidas de seguridad en otras ciudades del país o en los principales puntos turísticos kenianos.
En una rueda de prensa celebrada ayer en Mogadiscio, el portavoz de Al Shabab, Ali Mohamud Rage, amenazó con llevar a cabo ataques en Kenia en respuesta a la ofensiva de las tropas kenianas.
Las Fuerzas Armadas kenianas iniciaron, el pasado sábado, su despliegue en el sur de Somalia, como respuesta a los cuatro secuestros de extranjeros habidos en las zonas fronterizas en el último mes.
Entre los secuestrados se hallan dos cooperantes españolas de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF), Montserrat Serra y Blanca Thiebaut.
El portavoz de la Policía keniana, Charles Owino señaló a Efe el pasado viernes que, por la forma de operar, la autoría de este secuestro apunta a Al Shabab.
Al Shabab combate al internacionalmente respaldado Gobierno Federal de Transición somalí y a las tropas de AMISOM con el fin de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.
Somalia vive en estado de guerra civil y caos desde 1991, fecha en la fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, acción que dejó al país carente de un gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes armados.
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