El Estado debe indemnizar por los daños de salud causados a un preso por obligarle a compartir la celda con otros presos fumadores. Así lo ha declarado hoy el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en un auto que, en concreto, ha condenado a Rumanía a pagar una indemnización de 4.000 euros a un preso por obligarle a compartir celda durante años con presos fumadores, lo que le generó una bronconeumonía crónica de grado dos.
Señala el Tribunal, del que ha sido presidente el andorrano Josep Csadevall, que al obligar al preso a compartir celda con fumadores, las autoridades rumanas vulneraron el artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que prohíbe los tratos inhumanos o degradantes.
Y es que, según el recurso del preso, no sólo fue obligado a compartir celda con presos fumadores, sino que también fue expuesto al humo del tabaco durante los traslados a los tribunales así como durante las esperas antes de sus comparecencias judiciales.
En este contexto, explica, y tras presentar varias denuncias, interpuso un recurso contra la prisión para ser colocado en una celda de no fumadores. La autoridad nacional de prisiones declaró que había sido físicamente imposible separar a los fumadores y no fumadores y proporcionar celdas para no fumadores, de conformidad con la legislación anti-tabaco. La sentencia fue confirmada en apelación.
Ante estos hechos, el auto del Tribunal europeo señala que "con independencia de los problemas logísticos y financieros, están obligados a organizar su sistema penitenciaro de tal forma que se garantice el respeto a la dignidad de los presos". Asimismo, señala que "las autoridades estaban obligadas a tomar las medidas necesarias para proteger su salud, separando a los presos no fumadores de los fumadores".
Las condiciones del centro penitenciario, que se encontraba superpoblado, "no eximía a las autoridades de su obligación de proteger la salud de los presos", concluye el tribunal.
La Ley del tabaco se cumple
