Esta asociación internacional independiente de arbitraje de seguros y reaseguros ha valorado su experiencia y conocimiento del sector en Europa e Iberoamérica. El pasado noviembre, en su reunión anual, la prestigiosa asociación de arbitraje de seguros y reaseguros Arias (Aida Reinsurance and Insurance Arbitration Society), propuso y aceptó como miembro de pleno derecho a Miguel Roure, Director del Departamento de Seguros de la firma jurídica Eversheds Lupicinio.
Arias, asociación internacional de carácter independiente es la principal encargada, de formar, nombrar y proponer árbitros de seguros y reaseguros, por lo que goza de gran influencia en las cortes de arbitraje de tales materias de Nueva York y Londres, las únicas que existen.
A ellas acuden los implicados en disputas sobre la interpretación de las cláusulas contenidas en pólizas de seguros y reaseguros (generalmente asegurado y asegurador), con objeto de encontrar una solución mutuamente satisfactoria sin necesidad de recurrir a costosos y prolongados procesos judiciales.
Hasta ahora, Arias carecía de un árbitro que reuniera los requisitos para resolver adecuadamente los conflictos en materia de seguros y reaseguros de los mercados español e iberoamericano, cuyas regulaciones y particularidades (especialmente idiomáticas), los diferencian notablemente de los originados en el mercado anglosajón.
La experiencia de más de diez años de este socio de Eversheds Lupicinio en el sector asegurador europeo y español, y su lógico conocimiento práctico y profundo de sus regulaciones y procedimientos (muy similares en el mercado iberoamericano) fueron determinantes para que los directivos de Arias le ofrecieran incorporarse como miembro en calidad de árbitro de seguros y reaseguros, contando igualmente con el beneplácito de los socios, entre los que se cuentan compañías de la talla de AXA, Liberty o Zurich.
El nombramiento de Miguel Roure le permite encabezar las listas propuestas por Arias a las cortes de arbitraje de seguros y reaseguros de Nueva York y Londres para conflictos surgidos en los mercados español y latinoamericano, y sitúa a la firma en una magnífica posición a la hora de tutelar a empresas y particulares en tales asuntos, tanto si optan por la vía del arbitraje como si recurren a las vías judiciales.