
El diálogo entre el presidente Evo Morales y cuatro prefectos de oposición no llegó a acuerdo este domingo y una nueva reunión fue pactada para el próximo jueves, en una negociación que busca la paz en Bolivia tras más de tres semanas de convulsión social que han dejado 19 muertos.
"Hemos acordado volver a reunirnos con el presidente el jueves", afirmó el prefecto (gobernador) del departamento de Tarija, Mario Cossío, al anunciar que aún se seguirá buscando un pacto nacional.
Según Cossío, dos comisiones técnicas -una sobre el proyecto de nueva Constitución y las autonomías departamentales y otra sobre la distribución de un impuesto petrolero- seguirán trabajando hasta el jueves y entonces darán a conocer sus conclusiones, si las tuvieran.
Cossío dio a conocer un balance de los cuatro días de reuniones sostenidas junto a sus pares Rubén Costas (Santa Cruz), Ernesto Suárez (Beni) y Savina Cuéllar (Chuquisaca) frente al presidente boliviano.
Según el prefecto persistieron diferencias sobre qué modificaciones se podrían hacer al proyecto de nueva Constitución, que el presidente Morales defiende, y cuándo debería aprobarse en el Parlamento una ley para convocar un referendo al respecto.
Sin embargo, "tenemos la firme esperanza de que esto va a concluir bien", dijo.
Obstaculizar el acuerdo
En horas previas, el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, uno de los negociadores por el poder Ejecutivo, acusó a los prefectos de obstaculizar un acuerdo que el presidente Morales quería tener firmado este domingo.
Previamente Morales había urgido a los cuatro prefectos a firmar "esta noche" un gran acuerdo nacional para zanjar la crisis política.
"Mi gran deseo es terminar el diálogo sobre todo con acuerdos generales que permitan garantizar" las autonomías y la aprobación en un referendo de la nueva Constitución, afirmó el gobernante, para quien el oficialismo ya hizo concesiones al aceptar demandas de los opositores.
Urgencia en un pacto
El gobierno tenía urgencia de sacar un acuerdo, pues el lunes el presidente boliviano viaja a la sede de la ONU, en Nueva York.
Temprano en el día el ministro de Hacienda, Luis Arce, uno de los funcionarios del gobierno, señaló que hubo un acuerdo en el tema del Impuesto Directo de Hidrocarburos (IDH), una parte del cual el gobierno nacional retiró a los departamentos en 2007, lo que ha provocado grandes protestas regionales.
Más tarde sin embargo el portavoz del gobierno, Iván Canelas, acusó a los dirigentes de las cuatro prefecturas de no tener disposición para firmar un acuerdo.
"Debemos lamentar una vez más la falta de predisposición de los prefectos para pacificar el país y por mantener la unidad nacional", afirmó.
Sobre las conversaciones el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, reconoció: "Estamos en un tira y afloja", y los acuerdos "van y vienen".
Competencias transferidas
Según fuentes oficiales, el Ejecutivo y los prefectos acordaron las autonomías departamentales demandadas por la oposición aunque el problema será establecer qué competencias transferiría el poder central a las regiones.
En el diálogo de Cochabamba están presentes observadores de la OEA, la ONU, Unasur, la Unión Europea y las Iglesias católica y protestante.
Otro elemento de discordia entre oficialistas y opositores es la decisión tomada el pasado sábado por Morales de designar a un militar como prefecto de Pando (norte), en lugar del rebelde Leopoldo Fernández, actualmente encarcelado en La Paz.
"El gobierno está dando malas señales", dijo Cossío, al referirse a la situación de Fernández, acusado de desacato a un decreto gubernamental de estado de sitio tras la matanza de 16 campesinos leales a Morales la semana pasada.
Mientras tanto, el poderoso sindicato nacional de colonizadores, leal a Morales, amenazó a los prefectos rebeldes con iniciar medidas de protesta en los próximos días si no firman este domingo un acuerdo, según dijo su líder, Fidel Surco.