Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han confirmado la muerte de su líder, 'Manuel Marulanda', debido a un ataque cardíaco, el pasado mes de marzo, de acuerdo con un vídeo difundido hoy domingo por la cadena de televisión Telesur. Un integrante del grupo rebelde, 'Timoleón Jiménez', informó también en el vídeo de que el nuevo comandante de las FARC será 'Alfonso Cano'.
El integrante del grupo, Timoleón Jiménez, informó también en el vídeo que el nuevo comandante de las FARC será Alfonso Cano.
"Con inmenso pesar informamos que nuestro Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez, murió el pasado 26 de marzo como consecuencia de un infarto cardiaco (...), luego de una breve enfermedad", declaró Jiménez en un comunicado, de pie frente a un micrófono y con una bandera colombiana ondeando al fondo.
Previamente el Ministerio de Defensa había informado de su muerte, que calificó como el mayor golpe a la guerrilla más antigua de América Latina desde su fundación en 1964.
Marulanda, un campesino que fundó las FARC, comandó esta guerrilla que llegó a tener unos 17.000 integrantes y que ahora se encuentra replegado en las selvas y montañas del país tras seis años de una fuerte ofensiva del Ejército colombiano.
Consideradas terroristas por Estados Unidos y la Unión Europea, las FARC han financiado su lucha por establecer un sistema socialista con miles de secuestros extorsivos y actividades de narcotráfico, según el Gobierno.
La muerte de Marulanda se suma a la de otros líderes del grupo rebelde en los últimos meses, entre quienes figuran Tomás Medida Caracas, Martín Caballero, Iván Ríos y Raúl Reyes.
Pensar con el deseo
De acuerdo con analistas militares, las FARC cuentan con unos 9.000 guerrilleros y la muerte de sus principales líderes puede provocar un desmoronamiento de sus principales estructuras armadas. Sin embargo, advirtieron que no se puede hablar de su final en el futuro inmediato
"Yo creo que las FARC están pasando un pésimo momento, eso es evidente, pero de ahí a pensar que están a vísperas de ser derrotadas o de su rendición es pensar con el deseo" dijo el analista Carlos Jaramillo.
Las FARC tuvieron una capacidad militar y el control de amplias zonas de este país de más de 44 millones de habitantes, por lo que sus máximos líderes creyeron que podrían tomar el poder por la vía de las armas.
Pero desde que el presidente Alvaro Uribe asumió el poder el 7 de agosto de 2002 con la promesa de derrotar militarmente a la guerrilla en un país en el que la mayoría de sus habitantes no usaba las carreteras por temor a ser secuestrados, la situación cambió radicalmente.
El presidente, con el apoyo de Estados Unidos, lanzó una ofensiva que incluyó el aumento del número de efectivos, del presupuesto militar y el pago de millonarias recompensas, situación que paulatinamente obligó a los rebeldes a un repliegue estratégico a zonas montañosas y selváticas.
Uribe reveló el sábado por la noche que existe una profunda división en el interior de las FARC y que incluso algunos comandantes rebeldes han comunicado su intención de entregarse junto a algunos secuestrados, como la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.