Jovenes Emprendedores

¡Enhorabuena! Te llevas el primer premio por fracasar

And the winner is... tu proyecto, ese en el que invertiste dos años, miles de euros y toda la paciencia de los que te rodean. Has ganado por haber fracasado, por hacerlo realmente mal y por darte cuenta después. Y sí, estás en España.

A principios del año que viene Barcelona acogerá la primera edición de los Fiasco Awards, unos premios que reconocen a nivel internacional las ideas, productos o servicios del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) que han acabado convirtiéndose en un fiasco.

Algunos de los organizadores de este evento forman parte de la Asociación Catalana de Ingenieros de Telecomunicaciones que trabajan en distintas empresas del sector de las tecnologías de la información y que han visto triunfar algunos proyectos y fracasar miles de ellos.

"Un club de reflexión"

"Somos un grupo que no llega ni a diez personas pero nos basamos en una estructura de web 2.0, ya que queremos aprovechar el tirón que tiene esta plataforma para dar a conocer nuestro proyecto", explica a elEconomista Antoni Brey, uno de los promotores de la idea. Una idea que surgió hace unos meses durante la celebración de la ya tradicional gala catalana de la Nit de les Telecomunicacions.

En una cena que reunió a más de 1.000 personas en Barcelona el pasado mes de marzo, un grupo de ingenieros formaron un "pequeño club de reflexión y pensamos que era muy interesante fomentar el esfuerzo y la cultura del fracaso en España", explica. Dicho y hecho.

La intención de la organización es potenciar el espíritu crítico y fomentar la actitud positiva hacia los errores entre los emprendedores y los ya empresarios. La organización entiende que el fracaso es una etapa más del aprendizaje hacia el éxito. Una fase obligatoria por la que hay que pasar. Sin embargo esta etapa no se valora igual según el país.

Mientras en Estados Unidos la media de fracasos que sufre un proyecto antes de triunfar roza los cuatro, en España apenas hay cifras sobre este paso hacia el éxito. En Estados Unidos, por ejemplo, una de las preguntas clave que un inversor realiza a un emprendedor cuando éste va a pedirle dinero es el número de proyectos fracasados que tiene en su haber.

Para ello, los organizadores han tirado de toda su red de contactos que tejieron durante su época de estudiantes y durante sus estancias en el extranjero: ingenieros, profesores de universidad y ex alumnos, de punta a punta del mundo. La organización de los Fiasco Awards recoge las candidaturas desde el pasado día 10 de noviembre hasta el próximo 20 de enero de 2009 a través de su página web. Los promotores de la idea aseguran que "de momento no hemos recibido muchas convocatorias. En total cinco y sólo una de ellas viene del extranjero, desde Palo Alto, California", indican. Tampoco han calculado cuántas candidaturas recibirán hasta enero.

Dos condiciones

"No queremos que se nos compare con algunos premios que, medio broma medio en serio, se dan a actores por ejemplo, como los antiOscar. Nosotros somos serios y pedimos documentación que acredite punto por punto el fracaso del proyecto", indica Brey.

Las condiciones para participar son dos: que la candidatura se trate de un proyecto concreto y que esté dentro del campo de las tecnologías de la comunicación (TIC). Por tanto no se pueden presentar empresas que hayan fracasado como tales, aunque sí algunos de sus proyectos. Además del formulario colgado en la web, la organización del certamen pide a los candidatos que "sean respetuosos y objetivos con los proyectos que presentan y que no los lleven hasta el concurso simplemente porque no les gusta", comenta Brey y añade que el inglés es el idioma oficial de los premios.

Entre la documentación que piden figura el nombre de los socios del proyecto, los administradores, el impacto que haya tenido el proyecto, tanto a nivel económico como de repercusión mediática, y un breve resumen de qué han aprendido. "En Estados Unidos un currículo debe incluir todos los proyectos fracasados en tu haber", recuerda Brey.

Además de proyectos propios, cabe la posibilidad de presentar proyectos de terceros que posteriormente recibirán una llamada de la organización para ver si están de acuerdo con la presentación de su candidatura. "Aprovecharemos el esplendor que tienen las redes sociales ahora para colgar en Internet parte de la información gráfica de los proyectos que nos llegue, por ejemplo, en YouTube".

Otra de las tradiciones que los Fiasco Awards va a romper es la de la remuneración económica. Se elegirá al ganador el próximo 26 de febrero de entre diez finalistas. Ni dinero ni viajes ni financiación. "El premio será un trofeo simbólico y encontrarse con otras personas que han fracasado", dice Brey.

Unos premios sin premio y unas proyectos sin éxito son la cara y la cruz de lo que Brey y el resto de promotores creen que debe ser el camino profesional. "Es una manera más de fomentar el fracaso empresarial, todavía lejos de los emprendedores españoles".

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