"España no tiene un problema tan grande de carestía de agua. El problema es cómo trasladar los recursos hídricos desde los ríos y lagos a las zonas en las que es necesaria". Son las palabras de Sergio Rivera, investigador e ingeniero industrial, cuya propuesta de proyecto -y la de otros ocho compañeros- fue premiada en el III Encuentro Nacional Fedit de Centros Tecnológicos.
Una cita a la que acudieron 200 investigadores de toda España, para diseñar iniciativas con el fin de reforzar el sector I+D (Investigación y Desarrollo) español.
Su grupo de investigación se centró en cómo almacenar las toneladas y toneladas de lluvia que se desperdician cuando hay precipitaciones y lograr aprovechar el agua que se esconde también en la humedad ambiental. Bajo el título "Agua Cero: cómo sacar agua de las piedras ", Sergio y sus compañeros presentaron un borrador de edificio que podría ser prácticamente autónomo en lo que al suministro de agua se refiere.
Edificios 'cantimplora'
La construcción del inmueble contemplaría dos maneras diferentes de recoger el agua. Una sería el almacenamiento de la proveniente de las precipitaciones. Se trataría de un conjunto de pequeños pozos y cañerías situadas en torno a todo el edificio a través de los cuales se almacenaría y distribuiría el agua de las lluvias.
La otra forma de conseguir agua sería mediante los ladrillos que recubren las fachadas de cualquier inmueble. En la actualidad ya se está trabajando con distintos materiales para conseguir un tipo de ladrillo que pueda absorber la humedad ambiental y las gotas de lluvia que se deslizan por las paredes durante las lluvias. "En la actualidad ya existe un ladrillo capaz de almacenar la luz solar y convertirla en energía, y ahora se trabaja en otro tipo de ladrillo, que podríamos llamar ladrillo avanzado, cuyas propiedades le permitirían absorber el agua".
El agua recogida durante las tormentas o aquella producto del ambiente sería redistribuida por un sistema de cañerías hasta la azotea del edificio, lugar en el que una depuradora se encargaría de potabilizarla para su uso vecinal.
Hasta la última gota
El proyecto contempla, por otra parte, el reciclado del agua que sea utilizada en los hogares. En el caso de la que se pierde por el sumidero de la ducha después de cada aseo o después de fregar la vajilla, la propuesta de proyecto contempla que ese agua sea utilizado para el riego de las zonas verdes del edificio, así como para el uso por parte del conserje de la finca para limpiar las zonas comunes del inmueble.
A día de hoy no deja de ser más que una propuesta de proyecto para mejorar la gestión de los productos hídricos, pero los mimbres para tejer el cesto que permita el autoabastecimiento de agua ya están ahí. En España, además, este tipo de iniciativas cobran mucha más relevancia, ya que somos uno de los países de la Unión Europea con más riesgo de desertización, dados los escasos niveles de lluvia caída en los últimos años.