Jovenes Emprendedores

¿Sólo estética? El diseño también puede hacer ahorrar costes logísticos

La sociedad ddi promueve la innovación en las empresas españolas. Foto: Getty
Empecemos por derribar algunos tópicos. Hablar de buen diseño no se limita a un vestido de alta costura de John Galliano, una silla de Philippe Starck o un edificio de Norman Foster. Los pequeños empresarios también pueden ser excelentes en diseño. Y en un mundo como éste, más que un deseo se ha convertido en una necesidad.

Dentro del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo existe una entidad, la ddi, que se encarga de definir y aplicar las políticas de innovación y diseño, para que los empresarios españoles sean conscientes de la importancia de estos dos factores para la consecución de su éxito.

Algo importante si tenemos en cuenta que la I+D aún no está suficientemente consolidada en las empresas españolas. Según la última Encuesta de Innovación Tecnológica en España publicada por el Instituto Nacional de Estadística, hay más de 50.000 compañías que al menos ensayaron algún tipo de innovación entre los años 2004 y 2006, pero sólo suponen el 27 por ciento del tejido empresarial español.

Diseño para competir

"En un mundo globalizado como éste, en el que competir por costes ya no es un diferencial, hay que competir con un buen diseño". Son palabras de una convencida Elisa Sáinz, consejera delegada de ddi. Quizá por eso insiste tanto en ver el diseño más allá de sus elementos puramente estéticos y formales. "Debe haber una simbiosis entre empresarios y diseñadores", aclara.

Una simbiosis necesaria a juzgar por la realidad que se vive en España. El empresario, según Sáinz, concibe el diseño como algo estético y piensa que él mismo puede hacerlo. "Y es un grave error, porque no todo el mundo puede hacerlo, hay que recurrir a los profesionales", dice.

Por su parte, los diseñadores también parece que andan un poco despistados. "Salen de la escuela convencidos de que pueden hacer absolutamente de todo, hasta los diseños más imposibles; cuando al final no les queda más remedio que adaptarse a las necesidades de las empresas", añade.

Quizá otro problema resida en ese mal endémico que lleva al empresario a concebir todo lo relacionado con la innovación como un gasto difícil de acometer. Otro tremendo error. Porque el fruto de un buen diseño puede ahorrar costes logísticos y de otro tipo de partidas. La encuesta del INE revela que en 2006, el gasto en I+D fue de 16.533 millones de euros; un año antes esa partida fue de 13.635 millones de euros.

Entre las actividades de ddi, destaca un programa para promover el diseño entre las pequeñas y medianas empresas. Financiado con Fondos Estructurales europeos, comprende una serie de actividades preferentemente en las comunidades de Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha y Extremadura, como jornadas, exposiciones, etcétera.

Tres premios para diseños españoles

Sin embargo, hay algunas pymes que hacen bien los deberes en esta materia. La prestigiosa revista Wallpaper distinguió en sus premios de diseño del año pasado a tres empresas españolas, en concreto de la comunidad valenciana: una silla de comedor diseñada por Lievore Alther Molina para Andreu World, un aparador diseñado por Terence Woodgate para Puntmobles y una tumbona de Gandia Blasco.

La tumbona premiada es el modelo Flat, diseñada por Mario Ruiz y que aún en fase de producción, ganó en la categoría de mejor mobiliario exterior. Un reconocimiento a una empresa fundada en 1941 por el padre del actual propietario, que empezó fabricando colchas y mantas y que ahora cuenta con una filial en Nueva York, exporta en los cinco continentes y el año pasado obtuvo una facturación de 12 millones de euros.

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