
Gestiona Torrenova Inversiones, la mayor sicav española tras superar a Morinvest, de Alicia Koplowitz. Además, está calificado por la prestigiosa publicación británica CityWire como uno de los mejores gestores del mundo -lleva 8 años en Banca March-. Antes buena parte de su carrera profesional se gestó como analista del sector bancario y ahora, paradójicamente, no invierte en ninguna entidad.
¿A qué se deben las entradas de dinero nuevo que lleva registrando desde febrero de 2013? Precisamente el mismo periodo en el que Morinvest ha sufrido salidas?
Morinvest, con independencia de que se comercialice sobre todo entre inversores institucionales, lo que no tiene detrás es un banco que haga una venta activa del producto. Nosotros somos un banco centrado en banca privada y patrimonial que logra comercializar con más éxito aquellos productos que nuestros clientes perciben con más confianza. Ni el 5% de Torrenova está en manos de inversores fuera de la capacidad de comercialización de Banca March.
Torrenova es una sicav conservadora, ¿cómo encuentra valor en un momento de mercado en el que es complicado encontrar rentabilidades atractivas sin asumir riesgos?
Históricamente se ha gestionado de manera simple: el grueso de los activos se invertían en el mercado monetario buscando tener un nivel de riesgo mínimo en esa parte de la cartera, con duraciones en torno a un año. Esa parte de la cartera nos ha dado una rentabilidad anormalmente alta en los años de la crisis. En los últimos años, hemos tenido un peso a la bolsa del 18% que compensábamos con los depósitos al 4% reduciendo el riesgo de la cartera. Ahora trataremos de compensar la rentabilidad con algo más de riesgo en la parte de bolsa, pero sin desvirtuar la estrategia.
¿Qué objetivo de rentabilidad se tiene que marcar una sicav este año?
El objetivo que tenemos de rentabilidad en esta cartera [Torrenova] está muy ligado a la inflación. Una rentabilidad del 2% para este año cumple sobradamente con nuestros objetivos y ahora estamos algo por encima del 3% desde principios de año. Lo que estamos viviendo es un ejemplo de cómo se resuelve la disyuntiva de no asumir riesgos por encima de tus objetivos, teniendo que cumplir, a su vez, los objetivos de inversión.
Se dice que este contexto va a servir para separar la calidad de la gestión de los índices. ¿Comparte la idea?
Si nos ceñimos a la parte de bolsa, nosotros históricamente hemos sido gestores muy activos. Sí que es cierto que hemos sido inversores a largo plazo, pero no hacemos trading como dicen los anglosajones. Nuestro modelo de análisis e inversión en la parte de bolsa está muy ligado a la filosofía del grupo: apostar por unas compañías que tengan una serie de características con la idea de estar 3, 4 ó 5 años. A priori, nosotros no nos autolimitamos y eso está en línea con la gestión muy separada de los índices y fuera del contexto habitual que serían los ETF -fondos cotizados-. Cada época es lo que tiene.
Dado que su sicav cotiza en el MAB, ¿ha notado si el interés de los particulares por entrar está aumentando?
Sí, pero el grueso es lo que nosotros estamos haciendo tanto en el ámbito institucional como en el área de banca privada. Es un producto que con la crisis financiera se ha dotado de un nivel de confianza anormalmente alto. Tras la crisis se ha visto que alinear los intereses del ahorrador con los de la familia March, inversores históricos de estas carteras, transmite un nivel de confianza bastante alto. Es lo que hemos visto en los últimos años. Ahora estamos recogiendo los frutos de haber hecho bien las cosas, lo mismo que históricamente nos habíamos comprometido.
¿Cómo puede afectar a los mercados el parón del crecimiento en Europa?
Realmente si se analiza el comportamiento de la bolsa europea desde el inicio de la crisis se ha comportado mucho peor que la americana o la de los países emergentes. Y la explicación es que los beneficios de las compañías que cotizan en bolsa no han llegado ni al nivel de diciembre de 2007, mientras que en EEUU lo han superado. Detrás de eso hay algo que en Europa es propio: es la única que ha tenido una doble recesión. La bolsa europea estará más barata en términos relativos si efectivamente los beneficios empresariales crecen más que en el resto del mundo y ese diferencial tiende a estrecharse.
¿Cree que las medidas del BCE servirán para controlar la inflación y reactivar la economía?
Si Europa ha reconocido que la situación está mucho peor de lo que los mercados esperaban, poco a poco ocurrirá como en EEUU, pero cuatro años más tarde. Probablemente la economía europea irá ganando tracción y para los próximos tres años, su bolsa será una buena alternativa. Un factor que ha ayudado a tener más confianza en que el BCE iniciaría todas las políticas que ha hecho es que Europa tiene una ventaja respecto a 2011: la crisis con Rusia. Alemania siempre ha pensado que Rusia era un mercado potencialmente interesante porque los productos que ellos exportan eran un anillo perfecto para las necesidades del consumidor ruso. Conforme la situación de Ucrania y la posibilidad de mejorar sus relaciones con Rusia se han ido deteriorando, a Alemania no le ha quedado más remedio que mostrarse aperturista con estas medidas del BCE, porque si no, no tenía más mercados donde seguir creciendo.
Ha incrementado su exposición a la renta variable de EEUU y de Europa, y en menor medida a la de España. ¿En qué mercado ve más oportunidades ahora?
En los últimos tres años hemos tenido mucha más presencia de lo habitual en EEUU porque siempre entendimos que el ciclo americano iba mucho más adelantado. Otra cosa que hemos entendido claramente es que todo el boom energético que está viviendo EEUU es la guinda a todo este proceso de mejora. Invertir en Europa es muy engañoso. En general, las empresas europeas que hemos tenido en cartera están muy internacionalizadas y con muy poca presencia de sus ventas en Europa. El problema que tenemos con España es que es una bolsa muy poco líquida. Pero en general somos optimistas con las bolsas porque estamos en un entorno de cierto virtuosismo financiero, resulta que ya no nos asusta tanto la retirada de liquidez de EEUU porque Europa está dispuesta a restituir toda esa liquidez por esa mayor aportación que va a empezar a dar el BCE. Eso genera una red de seguridad en la marcha de las bolsas a uno o dos años vista.
¿Qué perspectivas maneja para los mercados emergentes de aquí a finales de año? ¿En cuáles ve más atractivo?
Nuestra exposición a emergentes sigue siendo indirecta. No es que no tengamos confianza en los emergentes, sino que dado el perfil de Torrenova lo hemos hecho de una forma más tranquila. En otras carteras como Belver y Lluc tenemos una exposición a la India desde hace unos siete años y desde diciembre del año pasado la hemos incrementado, descontando que iba a haber un cambio de Gobierno con un efecto dinamizador sobre la economía. Seguimos pensando que China es una bolsa muy atractiva pero es un mercado muy binario. Si la economía aguanta, invertir en bolsa china es una oportunidad a día de hoy, pero si no aguanta puede implosionar de manera violenta. Por otra parte, aún no he estudiado el caso de Alibaba, pero sí la industria de internet en China y es especialmente atractiva. Me lo he planteado muchas veces, porque es una historia de crecimiento para los próximos 2 ó 3 años interesantísima.
Tiene un 59% de su cartera en renta fija española, pero sus tipos son cada vez más bajos. ¿Dónde encuentra oportunidades en esta clase de activo ahora?
Fuera de España empezamos a picotear en porcentajes muy bajos y dentro de lo que son activos en euros nos están interesando mucho las emisiones de deuda de países de la Europa del este que no están en el euro como Polonia, Rumanía, Hungría... Porque son países que gracias a que no han estado en el euro han tenido un desempeño económico en los últimos años muy bueno y que además ahora mismo tienen unos desequilibrios en términos de déficit fiscal o deuda pública bajísimos. A ello hay que añadir que emiten en euros y lo hacen a tipos superiores a los de España e Italia, por ejemplo.
¿Cree que aún le queda recorrido a la deuda periférica?
Donde todavía hay algo de margen para que bajen los tipos de interés de la deuda es en los países del sur de Europa, porque es donde el BCE quiere poner más énfasis. El bono alemán puede irse muy por debajo del 1% o incluso acabar subiendo. En España, Italia, Portugal puede haber una bajada adicional de los tipos de interés. Vamos a tener tipos próximos a cero en una parte muy larga de la curva durante muchos años. Es que no hay otra, porque la alternativa, por desgracia, no es hacer más reformas estructurales. O de esta tiramos hacia adelante o dentro de unos años nos cuestionaremos nuevamente el euro.
Ha reducido prácticamente toda su exposición de su cartera a los depósitos, ¿cree que el interés de este producto ha tocado fondo o aún puede caer más?
Yo creo que la rentabilidad puede seguir cayendo. La duración de nuestra cartera era anormalmente baja, con lo cual sí que es cierto que dentro de la prudencia hemos alargado algo la duración de la cartera y eso ha permitido que la caída de rentabilidad se haya aminorado. A partir de ahora, que no hay depósitos, la caída irá ligada a lo que hagan los tipos de interés en esa parte de la curva, que yo creo que van a seguir cayendo, pero ya no nos va a producir una pérdida de rentabilidad tan alta como la que nos provocó hace dos años. Somos optimistas con la evolución de la cartera de Torrenova.