
La recomendación de los expertos es mantener la exposición a estos países siempre que ésta se ajuste todavía a los objetivos que se ha marcado para su inversión.
El sonido de la alarma disparada por los emergentes hace casi un mes suena más tenue. Y no es precisamente porque la crisis que atraviesan muchas de las economías de estos países se haya solucionado de repente. De hecho, las advertencias sobre los peligros que podrían ocasionar a los inversores que decidieran explorar estos países ya empezaron a sonar el año pasado.Y, sin embargo, no fue hasta la crisis cambiaria de Argentina cuando cundió el pánico y se produjeron salidas masivas de dinero hacia las economías desarrolladas al calor, también, de la retirada de estímulos de la Reserva Federal (Fed). Ahora, el grado de nerviosismo ha vuelto a bajar de intensidad y, entre tanto, la pregunta que se hace el inversor particular que tiene una parte de su cartera expuesta a emergentes es qué debe hacer con ella a partir de ahora, porque siguen siendo los mercados que acumulan mayores pérdidas.
El consejo de Ana Hernández, responsable de CFA Society España, es claro y conciso. "El inversor que se encuentre en esa situación debe mantener su exposición siempre que ésta siga cuadrando con sus objetivos". Es Juan Luis Luengo, responsable de fondos de inversión de Citi en España, quién explica la razón, al asegurar que "lo que hemos visto en las últimas semanas es la materialización de un riesgo que estaba sobre la mesa y que justificaba nuestra fuerte infraponderación en deuda y el ser muy selectivos en renta variable". Por ello, la recomendación de Citi para quién ya tenga un fondo emergente es también "revisar los objetivos de inversión y el horizonte temporal. Si ya encajaba y se estaba infraponderado, no se deben tomar medidas adicionales", sentencia Luengo. Y es que, aunque lo ocurrido en Argentina dejara al descubierto los desequilibrios de los emergentes, los otros dos protagonistas de lo acontecido en estos países son China y Estados Unidos. "Lo que ha ocurrido en los emergentes es un daño colateral de que tanto EEUU como China aún tienen que ordenar sus casas. Ahí está el verdadero problema de este año, porque en realidad muchos emergentes no atraviesan ninguna dificultad. Es importante resaltar que no se puede meter en el mismo saco al 50 por ciento de la economía mundial", apunta Rose Marie Boudeguer, directora del servicio de estudios de Banca March.
En esta línea se manifiesta también Asoka Wöhrmann, Co-CIO Deutsche Asset & Wealth Management, que asegura que la evolución registrada por los países emergentes en las últimas semanas obedece menos a los fundamentales que a las preocupaciones por la inminencia de una posible corrección. "De hecho, la mayor parte de los datos económicos de los emergentes, como por ejemplo el PMI, son francamente positivos (...). El principio fundamental es el siguiente: siempre que los datos de EEUU y del Reino Unido sigan siendo positivos y Europa siga estabilizándose como lo ha hecho hasta ahora, las consecuencias de la debilidad de los mercados emergentes debería ser limitada", añade Wöhrmann.
Más consejos para gestionar la crisis emergente
Por la misma razón de que predomina la cautela y no el miedo cuando se habla de invertir en emergentes, otra recomendación a tener en cuenta si se quiere entrar en estas economías es la elección de un fondo de gestión activa en lugar en un ETF (fondo cotizado). Antonio Salido, director de marketing de Fidelity, explica que la razón es que "los índices de los mercados emergentes están muy sesgados -tienen tres o cuatro grandes empresas- y por sectores son bastante opacos". Una afirmación que coincide con la de Boudeguer, que reitera que en los países emergentes "el valor no está en el índice". La cuestión es dónde poner el foco a la hora de buscar un fondo con exposición a estas economías, ¿mejor invertir en renta fija o variable? "Nuestra recomendación es elegir un buen fondo de renta variable global de emergentes de gestión activa y puro stock picking. Nos gusta mucho el FF Emerging Markets. Para la deuda, un fondo que gestione bien las divisas", aconseja Juan Luis Luengo desde Citi.
Lo más importante este año será, una vez más, la capacidad que tenga el gestor para ser selectivo. "No es el inversor el que tiene que serlo. Los mayores errores que han cometido los particulares en emergentes son porque han querido ser selectivos apostando por países que en ese momento se decían que estaban mostrando una evolución positiva. El que tiene que ser selectivo es el gestor", apunta Fernando Luque, senior editor de Morningstar. Para ello, resulta esencial saber cómo afecta a los diferentes activos lo que sucede en los países emergentes.
Consecuencias de la crisis emergente en la renta fija
Nadie ha dicho que fuera un año fácil para encontrar rentabilidades en la deuda pública o privada. Eso no ha cambiado con la tormenta emergente que se desató a raíz de la crisis cambiaria argentina, tras un mal dato macroeconómico en China. Pero, ¿tengo que vigilar más ahora mi cartera de renta fija? Las intervenciones de algunos bancos centrales -subieron los tipos India, Turquía y Sudáfrica- tienen consecuencias directas para la deuda.
"En los países emergentes sus rentabilidades a largo plazo no están subiendo demasiado, pero sí las de corto plazo por las subidas de tipos de los bancos centrales, por lo que se está produciendo un encarecimiento de los costes de financiación", expone Nicolás López, de M&G Valores.
También se puede comprobar en el seguro con el que los inversores se protegen en caso de impago (CDS, por sus siglas en inglés) de Turquía. Llegó a tocar precios no vistos desde junio de 2012, al escalar hasta los 277 puntos básicos. "Ello quiere decir que la financiación del gobierno turco en las próximas semanas se va a encarecer", explica Jaime Sémelas, analista jefe de Capital at Work. Lo mismo ocurre con las empresas de estos países. Pero no hay que olvidar que este año la batuta de la renta fija está sobre todo en manos de Estados Unidos y de la recién estrenada presidenta de la Fed, Janet Yellen. Aunque mantendrá bajos los tipos al menos hasta 2015, la retirada de estímulos debería impulsar las rentabilidades al alza. Los expertos prevén que la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años puede escalar por encima del 3,5 por ciento en muchos casos. Para Nicolas Forest, director global de renta fija de Dexia, "incluso si el tapering aumenta pronto este año, no se prevé una corrección similar a la observada en 2013 para la renta fija emergente".
Los que se están beneficiando de la salida de dinero de la deuda emergente durante las últimas semanas son los bonos de la periferia europea. El interés de los títulos españoles a 10 años se sitúa ya en mínimos de noviembre de 2005, al ofrecer ya un 3,53 por ciento de rentabilidad.
Consecuencias de la crisis emergente en la renta variable
Poco ha tenido que ver el comienzo de mes con el final para las principales bolsas... Las subidas de principios de año encontraron en los problemas de los emergentes la excusa perfecta para corregir y dejar un enero plano para índices como el Ibex, aunque en febrero ha logrado recuperar lo perdido y sube ya cerca de un 2 por ciento. Con datos como que un 25 por ciento de los beneficios brutos de las empresas españolas proceden de Latinoamérica -BBVA, Telefónica y Mapfre son las señaladas como más expuestas-, ¿hay que preocuparse? ¿Vendrán más sustos para las compañías españolas con gran exposición a estos mercados? "En un primer momento, en la bolsa española se ha tendido a vender todo lo que estuviera relacionado con emergentes, pero a partir de ahora se va a discriminar más", señala Javier Flores, de Asinver, que cree que "el daño potencial no es tanto y ya está descontado".
En general, "las empresas españolas tienen mucha exposición a países como Argentina, Brasil o México y, si se devalúan las monedas, sus cash-flows se verían reducidos y, por tanto, sus valoraciones. Dicho esto, los movimientos en ciertas empresas españolas creo que han sido exagerados", comparte Jaime Sémelas, analista jefe de Capital at Work. Además, los expertos insisten en que hay que diferenciar entre países, no solo porque cada uno tiene sus propios problemas sino porque actúan de forma distinta ante situaciones como la actual. "En Latinoamérica, por ejemplo, sólo Brasil (más para evitar volatilidad) y Perú intervienen para defender sus divisas", comentan en Banca March.
Para las casas de análisis, la bolsa española vivirá un nuevo año alcista aunque la volatilidad estará muy presente y la tensión en los emergentes ha sido solo uno de los primeros ejemplos. La renta variable emergente, en cambio, no está entre las preferencias de los analistas para 2014 y muchos incluso la infraponderan a pesar de que por PER -número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- cotizan mucho más baratas que las bolsas de los países desarrollados, además de encontrarse en los precios medios más bajos de la última década.
Consecuencias de la crisis emergente en los fondos
Los fondos de inversión ganan adeptos día a día. Sólo hay que mirar el capital que llega. En enero, de hecho, se registraron las mayores entradas netas de dinero en España en casi una década, desde marzo de 2004. Y todo apunta a que febrero continuará por el mismo camino. Sin embargo, las tensiones de los emergentes han asustado a muchos inversores que tenían en cartera fondos de renta variable emergente en todo el mundo. "El Instituto de Finanzas Internacionales estima que unos 3.700 millones de dólares se han marchado de fondos de renta variable emergente en lo que va del año, comparados con los 17.300 millones del conjunto de 2013", señalan en Schroders. Es decir, que en sólo un mes se ha esfumado el equivalente a una quinta parte del capital que salió durante el año pasado de los fondos de bolsa emergente. Aunque fueron los inversores minoristas los más asustados. "En EEUU, las mayores salidas de dinero se vieron en fondos retail. El institucional, a través de los ETF's (o fondos cotizados), mantuvo una postura mucho más calmada en cuanto a reembolsos", apunta Fernando Luque, senior editor de Morningstar.
Pero no sólo los fondos de esta categoría están expuestos a las economías emergentes. Tanto la renta variable como la renta fija emergente han ganado cada vez más peso en otro tipo de fondos, no sólo entre los globales. Ahora una crisis de estas economías también afecta a fondos de bonos convertibles, por ejemplo, pues algunos tienen exposición a la deuda canjeable en acciones de compañías de países como Brasil o China. Ocurre lo mismo en fondos que invierten en compañías con atractiva rentabilidad por dividendo, donde tienen cada vez más cabida estos países ya que muchos de los gestores de estos fondos se fijan precisamente en empresas con capacidad de crecimiento en la retribución y no tanto en el dividendo que pagan actualmente. El Bovespa brasileño, por ejemplo, ya ofrece más de un 4 por ciento de rentabilidad y la bolsa turca, en torno a un 3 por ciento. En cambio, los emergentes no tienen sitio en otros productos de inversión como los planes de pensiones, donde en España es difícil encontrar inversiones con fuerte exposición a estas economías.
Consecuencias de la crisis emergente en los refugios
Tienen un doble protagonismo. Los países emergentes son, por un lado, los grandes productores de materias primas y, a la vez, los grandes consumidores. Es por ello que estos activos se ven afectados directamente por un freno en el crecimiento de estas economías, especialmente por la ralentización de gigantes como China, el principal consumidor mundial de energía o incluso de oro. Pero, al mismo tiempo, las depreciaciones en las divisas locales que hemos visto en los últimos días también influyen en los precios de las materias primas, ya que la mayoría cotiza ahora a un dólar más fuerte frente al peso argentino, por ejemplo, o a la lira turca. Con todo, de momento no ha habido grandes movimientos, pues algunas caídas en los precios ya venían de antes.
El comportamiento del oro es mucho más particular y no sigue tanto esos patrones, pues en muchas ocasiones actúa como un activo refugio en momentos de aversión al riesgo. "Venía bajando desde hace tiempo y en los últimos días ha tenido un repunte, se ha producido una canalización de dinero hacia el oro", indica Miguel Ángel Bernal, profesor y miembro del departamento de investigación del IEB, que atribuye este trasvase a la volatilidad: "El oro compensa la volatilidad en las carteras".
Así, en los últimos días se ha producido una fuerte retirada de reservas de oro físico de las cámaras de Comex -la principal bolsa de comercio de futuros de metales como el oro-. En pocos días se han sacado 670 millones de onzas, con lo que ahora quedan 7.141 millones. Más allá de buscar estabilidad para las carteras, Bernal señala que el oro no actuará esta vez como refugio porque suele ocurrir solo cuando la tensión afecta a economías desarrolladas como la de EEUU o Europa. "Creemos que no compensa el riesgo del oro ahora mismo. Hay que distinguir entre activo refugio -que lo puede ser- y activo defensivo -que no lo es- y eso suele equivocar al inversor retail. Por eso no lo consideramos", apunta Juan Luis Luengo, responsable de fondos de inversión de Citi en España. En cuanto al comportamiento del petróleo, Miguel Ángel Bernal considera que veremos precios contenidos, e incluso caídas.