El comercio minorista o retail es un claro referente de cómo un sector puede verse totalmente transformado por la aplicación de las TIC.
La actividad innovadora de las TIC ha aportado nuevas tecnologías que han transformado nuestra forma de comunicarnos, relacionarnos, hacer negocios, etc. Pero, más allá de su impacto directo en las propias tecnologías de la información y la comunicación, también se ha convertido en una de las principales palancas de la innovación y avance tecnológico de otros sectores productivos.
La crisis sufrida en los últimos años puede haber sido el punto de inflexión para un cambio de orientación necesario en el sector TIC: el paso de una innovación basada en la tecnología, en ocasiones sin clara orientación al mercado, a una innovación basada en el negocio. Esto ha supuesto una pequeña reconversión de la actividad de I+D+i en el sector TIC centrando su esfuerzo en aportar soluciones para apoyar el negocio de sus clientes, en muchos casos, fuera del mismo sector TIC.
En este sentido, el comercio minorista o retail es un claro referente de cómo un sector puede verse totalmente transformado por la aplicación de las TIC. Como ejemplo obvio, la venta online ha supuesto un apoyo comercial muy importante y, en algunos casos, un modelo alternativo al convencional de tiendas a pie de calle. Sin embargo, el potencial de mejora y reconversión de este sector gracias a las TIC aún tiene un importante recorrido.
Dado el gran potencial de innovación en este sector, Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) está colaborando en la creación de un clúster del sector retail en Andalucía, con el fin de que las empresas más innovadoras, de cualquier ámbito tecnológico, puedan conocer las necesidades del comercio minorista y aportar sus soluciones e innovaciones a la actualización y mejora de la competitividad del sector retail.
Un reciente informe de la consultora PwC (Achieving Total retail ? Consumer expectations driving the next retail business model) propone la transformación del comercio minorista desde un sector centrado en el producto y en la comercialización en tiendas hacia un modelo enfocado al consumidor que proporcione una experiencia consistente y transparente de relación y conectividad. Para ello, dicho informe señala las ocho principales expectativas de los consumidores, de las que seis requieren de una adecuada integración de las TIC en el negocio: desde ofertas individualizadas basadas en preferencias personales hasta conocimiento en tiempo real del inventario de productos, pasando por la mejora de los canales de compra móvil, la disponibilidad 24x7, una interacción fluida en redes sociales o una experiencia de compra mejorada y consistente independiente del canal de compra.
Sin duda, la capacidad transformadora de la innovación TIC supone una palanca de competitividad para el comercio minorista. La relación entre ambos sectores tiene todos los visos de convertirse en un matrimonio bien avenido.