
Capitulaciones matrimoniales, boda y testamento ante el notario podrá ser el nuevo lote de servicios ofrecido por las notarías a quienes decidan contraer matrimonio.
Además, se da al notario respaldo legal para impedir que se celebre la boda si tienes sospechas que no se celebra con el consentimiento de ambos contrayentes.
La felicidad deberá buscarla cada uno por su cuenta, pero la seguridad jurídica la aportará el fedatario gracias a las nuevas funciones que le dará la Ley de la Jurisdicción Voluntaria, cuyo anteproyecto aprobó el pasado jueves el Gobierno.
Por 95 euros se podrá celebrar la boda. Al principio deberá funcionar el boca a boca, porque hay notarios muy serios, muy estiradillos, pero también los hay muy rumbosos, muy metidos en harina, que pueden darle ese calor a la ceremonia que casi todo el mundo echa de menos en el Registro Civil o ante un edil desconocido. El catálogo de posibles contrayentes se eleva a cerca de 3.000 en toda España.
Al notario lo pueden elegir libremente ambos contrayentes. Una vez que hayan optado entre Ana Fernández-Tresguerres, Antonio Marqueño o Carles Ollé, por citar algunos notarios de postín, lo primero que tendrán que hacer los contrayentes es pasarse por la notaría para que el fedatario levante acta sobre los requisitos de capacidad de ambos contrayentes (que no están impedidos judicialmente para tomar decisiones, por ejemplo) y la inexistencia de impedimentos o su dispensa (que uno de los cónyuges ya esté casado y no se haya divorciado), o cualquier género de obstáculos para contraer matrimonio.
Aunque el notario que extiende esta acta previa deberá ser quien realice posteriormente la celebración, la nueva Ley permite a los cónyuges elegir a otro de la misma ciudad o de otra, dentro de España, ya que de hacerlo fuera, tendrían que celebrar la boda ante un funcionario consular o capitán de barco.
Y cuando llega el momento cumbre de la boda, el notario deberá preguntar a cada uno de los novios si consiente en contraer matrimonio con el otro y si efectivamente lo contrae en dicho acto y, respondiendo ambos afirmativamente, declarará que quedan unidos en matrimonio y extenderá el acta o autorizará la escritura correspondiente.
Constancia en escritura
La celebración del matrimonio se hará constar mediante escritura pública que será firmada por el notario, los contrayentes y dos testigos. El notario enviará la escritura al Registro Civil para que quede constancia en el expediente.
A pesar de estas medidas seguirá siendo posible casarse de forma tradicional en el Ayuntamiento, el Registro Civil o en un lugar de culto reconocido por el Estado, tanto por el rito católico como por el resto de las religiones.