Internacional

La tensión aumenta en Hong Kong: los manifestantes vuelven a provocar la parálisis del aeropuerto

La tensión en Hong Kong sigue al rojo vivo después de que los manifestantes volviesen a provocar este martes la parálisis del aeropuerto de la ciudad mientras la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, juzgaba que los hechos están llevando a la ciudad a un "callejón sin salida".

Las autoridades de Hong Kong anunciaron este martes pasadas las 17:00 hora local (9:00 GMT) que todos los vuelos que quedaban por partir de su aeropuerto internacional quedan suspendidos después de que los manifestantes volviesen a ocupar una terminal.

"Todos los servicios de facturación para vuelos de salida han quedado suspendidos a partir de las 16:30 (hora local, 8:30 GMT)", indica un comunicado de las autoridades aéreas de la ciudad autónoma.

Cientos de personas volvieron este martes a protestar al aeropuerto internacional hongkonés, uno de los más concurridos de Asia, tras la caótica jornada de este lunes, que había dejado más de 300 vuelos cancelados.

La Autoridad Aeroportuaria de Hong Kong pidió a los pasajeros que abandonasen la terminal e indicó que "otros vuelos de salida y llegada seguirán operando", aunque sin especificar las condiciones.

Mientras tanto, el jefe de la policía local, Stephen Lo, se limitó a decir que están "siguiendo de cerca" la situación en el aeropuerto tras ser preguntado si se plantea dispersar a los manifestantes.

Según el rotativo estatal chino Global Times, la policía hongkonesa "se planteará el uso de la fuerza dadas las circunstancias" en el aeropuerto.

Alrededor de la 13:00 hora local (5:00 GMT), cientos de personas llegaban a la Terminal 1 del aeropuerto para continuar con su protesta, que pretende llamar la atención de los viajeros internacionales sobre la actual crisis política y lo que consideran brutalidad policial a la hora de dispersar las protestas en la ciudad.

Los activistas, muchos vestidos de negro, corearon consignas, cantaron canciones e intentaron entablar conversaciones con los viajeros: algunos, los más frustrados con la situación, los criticaban, pero otros eran más comprensivos.

Así, desplegaron pancartas con mensajes como "Lo siento por las molestias, no tenemos otra opción" y "Se han cargado el ojo derecho de una enfermera", en referencia a que la policía había herido con munición no letal a una joven en el ojo.

Origen de las manifestaciones

Esta situación llega después de que Hong Kong registrara su décimo fin de semana consecutivo de protestas, que comenzaron con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición pero que han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.

Sin embargo, la violencia entre la policía y algunos manifestantes es cada vez mayor, en una espiral que ha ido en aumento con la sucesión de las marchas de protesta.

En una comparecencia sin preguntas ante los medios, el portavoz del Ejecutivo chino para los Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, declaró el lunes que "los manifestantes radicales usaron armas peligrosas contra el cuerpo policial, y esto constituye un serio delito penal y una señal de terrorismo".

El domingo se registró algún incidente en el que un número indeterminado de policías resultaron heridos por quemaduras después de que los manifestantes lanzaran cócteles molotov.

Bajo la fórmula 'Un país, dos sistemas', Pekín se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y respetar una serie de libertades inimaginables en la China continental hasta 2047, tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997.

Pero muchos manifestantes vieron en la polémica propuesta de ley de extradición (cuya tramitación fue declarada "muerta" por el Ejecutivo hongkonés a principios de julio) un intento de China de entrometerse en los asuntos de Hong Kong.

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