
Bic Graphic no echará la persiana en Tarragona. Las instalaciones que tiene la multinacional de bolígrafos y mecheros en la provincia catalana y que emplea a 400 trabajadores no va a cerrar, tal y como se llegó a plantear desde la matriz europea a principios de 2016.
Según han asegurado fuentes de la empresa a elEconomista, los activos de la compañía no se van a vender, por lo que Bic Graphic seguirá en el territorio. No obstante, una de las posibilidades que ahora se abre es la de una reestructuración a nivel de empleos.
Esta es una decisión que se ha tomado a nivel europeo. La compañía explica que se ha puesto en cuestión incluso la viabilidad de Bic Graphic como tal en el continente, dedicada al negocio especializado en productos publicitarios y promocionales. La compañía emitió ayer un comunicado donde confirmaba que Bic Graphic seguirá con todos los procesos actuales y reportará a partir de ahora a otra división, Bic Consumer Products, supervisada desde Francia.
En definitiva, no habrá que hacer ajustes de fondo en el modelo productivo, sin embargo, sí se ha emplazado a los directivos de Tarragona a presentar un plan de negocio sostenible donde, según un portavoz de la empresa, "no se descartan despidos".
El plan, a finales de febrero
Este plan de viabilidad que podría contener una reestructuración laboral de la planta de Tarragona se presentará, teóricamente, a finales de febrero. Aunque no es seguro, ya que la decisión final sobre el cierre o no de la planta también se demoró unos meses, pues estaba prevista a finales del pasado año. Bic está llevando a cabo una evaluación de todos sus negocios, ya que las divisiones de Norteamérica y Asia también se están analizando, y su decisión se comunicará en las próximas semanas.
El sabor es agridulce entre los trabajadores. Ya que, a pesar de recibir con buen agrado la noticia de que la planta ni se venderá a un tercero ni verá la entrada de otro socio, tal y como se planteaba desde la compañía, "la gente huele a despidos a corto plazo", apuntan los empleados. El comité se reunió ayer con el director a nivel europeo de la compañía, Marc Rugí, que les comunicó la noticia y aludió a que la planta está en pérdidas.
La plantilla sigue en la misma situación que cuando Bic anunció en febrero del año pasado que "tenía la voluntad de hacer cambios", y se mantienen a la espera de una respuesta definitiva que va llegando a cuentagotas.
Los trabajadores siempre han defendido que la planta "es competitiva", pero fuentes empresariales del territorio afirman que productos con tan poco valor añadido como pueden ser bolígrafos o mecheros son susceptibles de deslocalizaciones a países con costes laborales más bajos.
Por lo pronto, Bic no se sumará a los cierres de fábricas que tanto han afectado a Tarragona en 2016, como el cese de la división de MDI de Covestro el pasado año (120 despedidos) o los ajustes en Ercros, que como consecuencia del adiós de la ex filial de Bayer, tuvo que reducir el 55% de la producción de cloro y despedir a 200 trabajadores. Por lo que, de momento, no se pone fin a una larga historia de Bic Graphic, justo un año antes del 50 aniversario de su llegada.