Indices Mundiales

Entrevista a Mister X (III): China y los bonos nos recuerdan los riesgos vinculados a una economía global más fuerte

El consenso cambia y las preocupaciones de los inversores pueden frenar la recuperación bursátil pese a la solidez de la tendencia

En la tercera parte de la entrevista que hemos publicado en los últimos días, el analista internacional Mister X nos habla de que la renta variable mantendrá su potencial alcista mientras la rentabilidad de los bonos no suba por encima del 5%. Pero vuelven los tiempos de inestabilidad y a estas alturas de la recuperación, la mejor estrategia es esperar una corrección por culpa del exceso de confianza antes de poner dinero fresco en el mercado.

China ha vuelto a ser el foco de atención de los inversores tras las declaraciones pesimistas de Greenspan. ¿Cómo se incluyen los mercados emergentes en su previsión para las bolsas mundiales?
China es un caso singular porque su bolsa se quedó totalmente al margen de la recuperación bursátil mundial entre 2003 y 2006. Y luego llegó una explosión alcista de los fundamentales y de los precios. Y pese al retraso acumulado anteriormente, es posible que ahora su valoración no sea sostenible. Es decir, no se puede descartar el riesgo de una fuerte corrección si el Gobierno chino tarda demasiado en mandar señales de enfriamiento de la economía, o si no sabe dosificar el necesario endurecimiento monetario. En China, como en Rusia, India, etc., seguimos teniendo una fuente de inestabilidad recurrente que no se puede disociar de la globalización.

Además, cabe recordar que el mercado nunca ha sabido valorar un activo de alto crecimiento. Quiero decir que, si el capital sigue circulando libremente, no se puede evitar la creación de burbujas que posteriormente dan paso a violentes correcciones. Tampoco se puede olvidar el impulso que viene del apalancamiento (endeudamiento) global del sistema. Esta mezcla nos expone a crisis periódicas que se traducen en una interrupción de la circulación normal del ahorro mundial y subidas temporales de las primas de riesgo. Es algo que cualquier inversor tiene que valorar a la hora de invertir en estos mercados. ¡Yo prefiero hacerlo después de una corrección y no antes!

Con estos riesgos y con su pesimismo sobre la renta fija, ¿sigue alcista en la renta variable?

Sí, pero con matices. Hay que entender que lo que está pasando en el mercado se puede interpretar de formas distintas, según que se trate del corto o del largo plazo. Hemos visto desde hace un par de meses un cambio del consenso, que ha provocado una racha alcista de las bolsas alimentada por las operaciones corporativas. Digamos que el mercado está reajustando al alza sus expectativas de largo plazo: el propio ciclo puede perder fuelle, pero los inversores tienen más confianza en la tendencia. Tarde o temprano, llegará una cierta corrección, como siempre ocurre por el exceso de optimismo.

No parece que estemos ya en zonas de peligro, pero hay que tener en cuenta que muchos analistas prestigiosos, históricamente bajistas, ya están capitulando. Puede ser una primera señal de agotamiento, sin que sepamos ni cuándo y ni cómo la euforia se convertirá en corrección a la baja: mañana o dentro de un par de meses. Y luego planea sobre los mercados la posibilidad de un terremoto en una o varias bolsas emergentes: algo que nos puede hacer perder todo el terreno ganado en 2007.

Entonces, una corrección sería una oportunidad de compra

Es probable, al menos mientras no cambien seriamente las perspectivas de crecimiento global. Como siempre, habrá que ver cual será el entorno del mercado cuando llegue esa corrección. Muchos economistas opinan que la recuperación puede durar un par de años más antes de morir de éxito. Eso hace que niveles de 15.000–16.000 puntos para el Dow Jones o de 5.500-6.000 para el EuroStoxx no sean fantasías de ‘gurús’ encerrados en sus gráficos. Pero los mismos mecanismos que sostienen el crecimiento de los beneficios también hacen subir los tipos de interés y deterioran los márgenes de las empresas.

Es bastante difícil prever cuándo se romperá el equilibrio y cuándo se impondrán las fuerzas negativas. Claramente, los tipos a largo no pueden mantener su velocidad actual de deterioro (subida) sin perjudicar a las bolsas. El daño puede ser provisional si la subida refleja como ahora un simple ajuste de las pexpectativas, o más serio si los tipos a largo suben de forma permanente por encima del 5% Además, intervienen otros elementos como el precio del petróleo, cómo evolucionan la productividad y los costes laborales en Estados Unidos, etc. Demasiados parámetros para arriesgarnos a dar un calendario para esta previsión.

Pero, eso sí, lo que sabemos es que la tendencia de fondo sigue siendo alcista, y que sería una decisión inadecuada adelantarse al mercado y vender las posiciones en renta variable sin esperar a las primeras señales de debilidad para adaptar la respuesta a la gravedad del peligro. ¡Sobre todo, si el inversor supo incorporarse a la tendencia en el verano pasado!

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