Son señales de distribución desde las manos fuertes -los inversores institucionales- hacia las débiles -los particulares-, que es el fenómeno que marca los techos de los mercados. En caídas tan violentas como la actual, se publican infinidad de indicadores para señalar, o bien que una corrección era inevitable o bien que la corrección ya ha finalizado.
Pero hay un indicador muy poco conocido que resulta muy ilustrativo en los momentos actuales. Se trata de los clímax compradores, un índice que elabora Investor’s Intelligence, la firma autora de la encuesta de sentimiento más seguida por el mercado. Un clímax comprador se refiere a un valor que toca máximos de 12 meses en algún momento de una semana pero acaba esa semana con caídas (al contrario, un clímax vendedor es cuando un valor toca mínimos de 12 meses y acaba la semana con alzas).
Los clímax compradores son señales de distribución desde las manos fuertes –los inversores institucionales- hacia las débiles –los particulares-, que es el fenómeno que marca los techos de los mercados. En efecto, los grandes inversores suelen salirse a tiempo, y son los pequeños los que se ‘comen’ la caída. Los que se quedan con la escoba cuando para la música. Sí, es triste, pero los mercados son darwinistas: sólo sobreviven los más fuertes.
Pues bien, la semana pasada, justo antes del batacazo, se registraron 390 clímax compradores en el mercado norteamericano, el nivel más alto desde los 600 de principios de mayo de 2006 (cuando comenzó la anterior corrección del mercado). ‘Esto sugiere que una gran distribución ha tenido lugar y que el dinero institucional se está saliendo del mercado. Estamos en una corrección, y la única duda es si llegará al retroceso del 10% que marca la definición histórica de corrección’, explica el informe de Investor’s Intelligence.
Esto tiene dos lecturas. La primera es que estamos asistiendo a un auténtico baño de sangre entre los pequeños inversores. Hay muchísima gente atrapada en Wall Street (y en España), y, aunque es posible que en unos meses hayan recuperado su inversión, el sufrimiento no se lo quita nadie. Y es posible también que tarden bastante más que unos meses en recuperar ese dinero.
Precisamente, la segunda lectura es que los clímax nos indican que la corrección va muy en serio. No habíamos visto un nivel de clímax parecido desde mayo, pero además la caída que hemos sufrido desde el martes ha sido mucho más violenta que la de entonces. Y ayer mismo volvimos a comprobar la extrema debilidad del mercado. Si sumamos las dos cosas, el escenario no es precisamente el de tranquilidad y confianza pese a la probabilidad de que tengamos un rebote en el corto plazo.