El Índice de Precios al Consumo estadounidense subió un 0,5% en tasa mensual en junio, mientras que en tasa interanual la inflación se situó en el 1,8%, frente al 1,4% de mayo. El principal responsable fue la gasolina, que registró el mayor avance en cuatro meses y supuso casi dos tercios de la subida del IPC.
Los analistas consultados por Bloomberg esperaban de media una tasa anual del 1,6% y un avance de tres décimas en tasa mensual.
El IPC subyacente, en el que no se tienen en cuenta los precios de los alimentos ni de la energía, subió un 0,2% en el mes y se situó en el 1,6% en tasa interanual.