Imagen Todo Ancho

Sánchez da portazo a Rajoy y reabre la 'guerra' interna en el Partido Socialista

  • El fracaso de Madrid frena la operación para relevarle por una gestora
Sánchez y Rajoy, ayer en Moncloa. Fernando Villar

Apenas cuarenta minutos cortos de entrevista. Caras de pocos amigos, más que serias y ni una sonrisa de cortesía. Esto y poco más fue lo que dio de sí la esperada entrevista entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, en la que el secretario general del PSOE dio un "no" rotundo a facilitar la investidura del presidente del Gobierno en funciones, para anunciar posteriormente su disposición a formar un Ejecutivo de izquierdas con el apoyo de Podemos. Especial 20D.

Una estrategia que va a recrudecer la guerra interna en el PSOE, donde son muchos y con mucha influencia los que llevan tiempo trabajando para sustituir a un secretario general y su equipo, que han llevado al partido a los peores resultados de su historia en dos elecciones consecutivas y a una sangría de votos, de la que se han alimentado Pablo Iglesias y Podemos.

"Vamos a explorar todas las posibilidades para que haya un gobierno de cambio progresista con voluntad de diálogo", dijo tras la entrevista un Sánchez que ni siquiera le ha dado opciones a Rajoy para ofrecerle un acuerdo de investidura y que admitió haberle dicho que "las posibilidades de un acuerdo son nulas".

La nueva etapa política no puede estar presidida por las "líneas rojas que han planteado otras fuerzas políticas", puntualizó Sánchez, en alusión velada a Podemos, para matizar que "frente a las líneas rojas, tenderemos puentes de diálogo y acuerdo". Lo puede decir más alto, pero no más claro.

Una ausencia de entendimiento y de diálogo que confirmaban responsables de la Presidencia del Gobierno -Rajoy no compareció tras el encuentro- al señalar que no había sido posible formular ninguna oferta a Pedro Sánchez "ni abordar ningún asunto de los que pueden interesar al conjunto de los españoles", además de confirmar que el dirigente socialista había pedido la Presidencia del Congreso.

Falta por saber ahora cuál será la reacción de los barones socialistas, con la presidenta andaluza, Susana Díaz, a la cabeza, que el lunes ya avisaron a Sánchez de que no admitirían coqueteos con Podemos.

Un aviso al que el todavía secretario general respondía ayer enviando un mensaje claro y rotundo a Susana Díaz, enfatizando que es él el que dirige y marca la línea política del PSOE. "Ella tiene cultura de partido y sabe perfectamente que es la dirección federal y mi persona quien marca y propone las líneas políticas", aseveró sin dudas Sánchez.

La 'operación gestora'

De momento, lo que sí ha conseguido Sánchez, gracias al desastre de los socialistas en Madrid, es parar la operación para destituirle y nombrar una gestora hasta el congreso de primavera. Esta gestora estaría presidida por el líder del PSOE en Euskadi, Patxi López, y tendría como misión allanar el camino para que el congreso eligiera a Eduardo Madina como nuevo líder.

En la operación estarían implicados, además de Susana Díaz, el expresidente del Gobierno, Felipe González, y la mayoría de la llamada "vieja guardia" del partido, con las simpatías y el respaldo mediático del grupo Prisa.

Sin embargo, al no salir elegido Madina como diputado por Madrid, la operación ha quedado en suspenso, dado que los promotores son conscientes de que un secretario general sin voz en el Congreso de los Diputados es un secretario general disminuido.

Incluso entre los implicados se sospecha que la decisión de Pedro Sánchez de relegar a Madina al número siete por Madrid, detrás de "floreros", así denominan algunos a la excomandante Zaida Cantera, que no está afiliada y de "tránsfugas" como Irene Lozano, había sido una maniobra, consciente de que su oponente para suceder a Rubalcaba tenía muy limitadas las posibilidades de salir. En esta misma estrategia enmarca la decisión de la dirección federal de posponer la celebración del Congreso hasta después de que se forme un nuevo Gobierno en el país, lo que permitiría a Sánchez ser reelegido sin oposición, en caso de conseguir acuerdos para ser el presidente del Gobierno.

Volviendo al encuentro con Rajoy, otro de los mensajes que trasladó ayer el secretario general del PSOE en su comparecencia posterior es que trabajará por que no se repitan las elecciones. "Me parece importante subrayar a todas las fuerzas políticas que han dicho que estarían encantadas de repetir las elecciones que no vamos a aceptar esa hipótesis, que es la última de las opciones", repitió hasta en tres ocasiones Sánchez,

El dirigente socialista trasladó a Rajoy que su partido quiere "dar mandato y cumplimiento al voto de los españoles el pasado domingo, quienes, dijeron que querían cambiar al Gobierno de España" y tener un Ejecutivo "progresista, presidido por el diálogo que estos últimos cuatro años ha faltado".

Sánchez recalcó que "el mandato claro de los españoles es un no rotundo al Partido Popular, a Rajoy, a sus políticas y a su forma de hacer política de solo frente a todos", para insistir en la necesidad de abrir una nueva etapa política "presidida por el cambio, el progreso y el diálogo".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky