El concepto de catering ha evolucionado mucho. Si antes se asociaba a un servicio elitista, ahora algunas modalidades se adaptan como un guante a la crisis. Los hay de consumo y de trabajo. En el primer caso, la comida para llevar y a domicilio es uno de los segmentos que mejor se está comportando en el sector de la restauración.
El restaurante low cost es el único que crece desde 2009, según la consultora DBK. "La crisis ha modificado drásticamente los hábitos de los consumidores, que optan por quedarse en casa o por propuestas más económicas". La tendencia está clara: mientras el sector de la restauración redujo sus ventas un 6 por ciento en 2011, el negocio a domicilio creció el 5 por ciento. De hecho, el gasto medio por consumidor y visita se ha mantenido estable, lo que se ha reducido es el número de visitas a los establecimientos".
En resumen: hay mercado para el negocio de la comida preparada para llevar, una salida laboral a la medida de todos aquellos que se manejan con soltura en la cocina y alguna vez han pensado en hacer sus pinitos en la restauración. Quizá sea tarde para montar un servicio de comidas preparadas para los turistas en su residencia de verano, pero puede ser un buen momento para planear el negocio de cara a las próximas navidades.
Como punto de partida, la calidad se presupone, así que la diferenciación se consigue en oferta o en precio. Y el precio ahora es un elemento clave. Planificar bien las compras y los platos o menús permite ahorros sustanciales; y eso es un valor añadido.
El primer paso es definir el tamaño. Una empresa de catering precisa una inversión media inicial que puede superar los 100.000 euros en el primer año de vida. Otra opción es empezar en la cocina de casa y delimitar bien la actividad. Por ejemplo, especializarse en alguna preparación específica, desde bollería hasta tortillas.
El Grupo Rodilla ha montado una cadena con más de doscientos establecimientos a partir de sus sándwiches, una fórmula novedosa allá por 1939, cuando abrió su primer establecimiento en la Plaza del Callao de Madrid. Más propuestas: regalos culinarios (galletas con formas divertidas, compotas caseras) para Navidad o la paella del domingo a domicilio. Otra opción es ofrecer una selección más amplia y diversificada, pero también especializada, como catering para fiestas infantiles, o cestas de picnic en verano.
Las posibilidades son infinitas, pero la especialización es clave para empezar, especialmente en el caso de una micropyme, como la empresa de repostería casera a domicilio Plan B. Para su creadora, Julia Peña, licenciada en Psicología e intérprete de flauta travesera, se ha convertido en una salida profesional llena de futuro, por encima de su ocupación actual, profesora de música; y muy por encima de su profesión, psicóloga, en la que nunca ha encontrado un puesto de trabajo.
Especialización no significa mercado restringido. Gerard Bech decidió montar su propio negocio hace nueve años -una empresa de mermeladas y confituras- a partir del bagaje culinario de la familia, propietaria del restaurante gerundense Can Bech. Ahora factura tres millones de euros y lleva tres años exportando.
Requisitos simplificados
Estos establecimientos precisan una autorización de apertura del local en el que se desarrolle la actividad -se tramita en cada comunidad autónoma y depende de la Dirección General de Turismo de la comunidad correspondiente-. Pero no es necesario en el caso de "establecimientos de provisión de comidas para particulares".
Así pues, los requisitos se simplifican al máximo, siempre que se sirva comida del día y recién hecha, para evitar procesos de envasado o congelación que tienen que pasar controles e inspecciones, a los que se exige determinadas condiciones de higiene, y un tipo de reparto específico.
No es el caso para un reparto no industrial, es decir, bajo pedido de los clientes (como hacen en los restaurantes chinos, pizzerías o en cualquier servicio de comida a domicilio) no se precisa un furgón especial. Sí es necesario un requisito específico: el certificado de manipulador de alimentos, imprescindible para las actividades vinculadas a la manipulación de alimentos.
Certificado de manipulador
Hay certificados válidos en función del sector de actividad, pero hay uno que engloba todos: el Certificado de Manipulador de Alimentos de Nivel Alto Riesgo, válido para trabajar en todas las actividades que implica el tratamiento o manipulación de alimentos. También en un servicio de comida preparada para llevar, en una empresa de catering o en un establecimiento de comida preparada.
Lo mejor es solicitar el certificado "a través de la ayuda económica que todas las empresas tienen disponible para formar a sus trabajadores (Formación Profesional Bonificada)", recomienda el centro de formación y consultoría Pymes Plataforma Comercial, o de manera privada. El precio máximo por alumno en la empresa es de 20 euros. Los certificados pueden obtenerse online y prácticamente un día después de realizar unos tests. (Más info: www.pymescomercial.com).
Microcréditos y ayudas
Montar una empresa de este tipo no tiene sexo, pero sí perfil: mujer, o joven, o mujer joven, un grupo susceptible de recibir ayudas, desde líneas de crédito específicas a ayudas:
? Como la capitalización de la prestación por desempleo o pago único, que establece un límite de edad de 30 años en el caso de hombres y de 35 en el de mujeres. (www.sepe.es)
? Enisa concede microcréditos a emprendedores, a jóvenes hasta 40 años, y también sin límite de edad. (www.enisa.es)
? El Instituto de la Mujer presenta anualmente un programa de microcréditos en condiciones muy ventajosas. Más información: www.sieres.org / www.mujeresempresarias.org / www.inmujer.es
Beneficios fiscales
Algunas comunidades autónomas contemplan la devolución de las tasas municipales por la creación de empresas (por ejemplo, la Comunidad de Madrid para este 2012). Lo mejor es investigar los beneficios, y las ayudas, que las administraciones brindan a la hora de constituir una empresa.
Dos vías principales: La Ventanilla Única Empresarial (VUE) que aparece en su web (hay en todas las comunidades menos en Galicia y Cataluña); y a través del Mapa de Centros de Apoyo a Emprendedores que aparece en la web de la Dirección General de Industria y de la Pyme (www.ipyme.org). Al seleccionar una zona geográfica aparece el listado de Ceaes correspondiente.
Programas de formación
Los Centros de Formación para el empleo proporcionan formación gratuita a los desempleados. Se solicitan en la Oficina de Empleo. No es exclusivamente para gente en paro, pueden acceder a los cursos trabajadores. De hecho, hay planes de formación dirigidos específicamente a ellos.
Además, "a fin de garantizar el acceso a la formación de trabajadores con mayores dificultades de inserción o de mantenimiento en el mercado de trabajo", hay colectivos que tienen prioridad, entre ellos las mujeres. Lo mejor es preguntar en la Oficina de Empleo o a través del buscador de cursos del Servicio Público de Empleo Estatal (www.sepe.es). Es una buena oportunidad para formarse en la creación de páginas web.