Salvo un mes y medio de su carrera profesional, Diego Ballesteros ha desarrollado su carrera entre start ups virtuales. La última, Sindelantal. com, que lanzó hace dos años. ¿Qué tal se vivirá de Internet?
Antes de fundar Sindelantal.com, ¿a qué se dedicó?
Casi toda mi vida he trabajado por cuenta propia. Fui becario en Europa Press; ahí conocí a compañeros con los que monté mi primera start up, Ocioteca.com. Después monté otro negocio relacionado con el wellness, Mundosalud, especializado en Pilates y servicios corporativos, que es lo único que he hecho real (fuera de Internet) y que acabó adquiriendo Sanitas. Después pasé por Yell, el único trabajo serio por cuenta ajena, en el que aguanté solo un mes y medio. Lo llevaba muy mal lo de tener jefe. Entonces encontré a mi socio, fundador de Infojobs, Nacho González Barros, con el que monté Salir.com, empresa en la que sigo participando como socio. Y luego con Evaristo Babé monté Sindelantal.com.
¿Qué pasó con la primera empresa que montó?
Acabó cerrando después de siete años, un poco debido a la burbuja de internet, a pesar de que llegó a estar en beneficios. Por muchos factores tuvimos que cerrar. Fue un batacazo enorme que a mí como emprendedor me ayudó muchísimo.
¿Cuánto aprendió?
Mucho, de hecho estoy orgulloso de que mi primer proyecto empresarial fuera un fracaso. Te enfrenta a la realidad y a cosas que te sirven para el futuro. Fue lo mejor que me puso haber pasado. En este país tenemos
obsesión por el funcionariado. En mi casa somos cinco hermanos y cuatro lo son. Yo soy la oveja negra.
¿Cómo surgió Sindelantal.com?
Nació por una necesidad real. Mi socio vivía solo y consumía mucha comida a domicilio, pero no la encontraba
en Internet. Nadie te daba información al respecto. En Salir.
com hicimos algo parecido pero hace 12 años, en un momento en el que apenas había usuarios. Nos lanzamos
a la piscina en tres días.
¿Y desde entonces?
Arrancamos en abril de 2010 con una guía en la que se ponía la dirección y te decía dónde te podían servir comida a domicilio. Todavía no había tecnología como para pagar y servir online. En junio montamos la sociedad y en septiembre conseguimos la primera ronda de financiación entre familia y amigos, unos 300.000 euros. Desarrollamos unos aparatos en China para aceptar y recibir pedidos y desarrollamos nosotros el software. En junio de 2011 conseguimos un millón de euros y servíamos 1000 pedidos al mes de 500 restaurantes. Con ese dinero conseguimos hacer marketing y pasamos a 10.000 pedidos al mes en 1.000 restaurantes. Hoy tenemos 1.100 restaurantes en España y 15.000 pedidos mensuales. El objetivo es acabar este año con 2.000 restaurantes y entre 30.000 y 40.000 pedidos al mes.
¿Cómo se traduce esto en ventas?
En 2011 obtuvimos un millón de euros, en 2010 no llegamos a 100.000 y esperamos acabar 2012 con cuatro millones en ventas.
Aparte del datáfono que encontraron en China, ¿qué otro tipo de tecnología utilizan?
Como empresa de Internet la tecnología es básica. Utilizamos de todo, desde tabletas electrónicas para el equipo comercial a impresoras HP Officejet Pro wireless, por lo que no tenemos que cablear la oficina. Desde cualquier sitio podemos mandar e imprimir un documento, y podemos recibir documentos escaneados en nuestro equipo, esto es clave. También contamos con elementos portátiles para no depender de puestos fijos. La verdad es que sin la tecnología nos sería imposible funcionar.