A los lugares que mantienen intactos los privilegios del tiempo se llega por senderos de tierra. El asfalto es comodidad, pero cuando se abandona salen al encuentro caminos que sólo conocen los pájaros, las flores... que hoy nos llevan hasta una cuna de silencio: Les Cases de Son Barbassa. Es un lugar mágico y cargado de energía. Por sus tierras, hace seis mil años, corría el Myotragus balearicus, una especie de cabra que sirvió de alimento a los primeros pobladores, que fundaron aquí un pequeño santuario talayótico.
Los lectores de elEconomista serán recibidos con una atención especial este fin de semana: UN MASAJE THAILANDÉS EN LOS PIES. No olviden mencionar, al efectuar su reserva, que son lectores de esta sección.
Cases de Son Barbassa
Estamos al noreste de Mallorca, de buena mañana las ventanas de nuestra habitación dejan entrar el triple "pup" de una abubilla, trinos de gorrión y quiere uno imaginar rumor de olas. No están lejos, cruzando campos de olivos, algarrobos, almendros y pinedas, y son de las más bonitas de la isla. Nuestro petit hotel está junto al Parc Natural de Llevant, cuyos rincones más privilegiados se nos antojan en las playas de esta costa virgen de azules oníricos.
Cases de Son Barbassa son viejas vecinas del lugar, al abrigo de una torre de defensa del siglo XVI que, como las antiguas casas que la familia construyó junto a ella, ha mudado en petit hotel privilegiado. Los muros de la torre y lo que fue una cocina albergan hoy pequeños rincones con sofás en los que dar cuenta de un libro; en las casas se ubican doce habitaciones luminosas, y junto a ellas una piscina flanqueada por auténticas camas con dosel de gasa blanca que dan al conjunto un punto chic y son un rincón favorito del hotel en cualquier temporada. Si calor, un baño, si fresco, una buena revista y nuestro cóctel favorito. Y todo ello accesible a cualquier cliente, porque el hotel pertenece a Native, la Red Europea de Hoteles con Encanto y Turismo Accesible, con una web que abren sin problema incluso los clientes con ceguera o falta de movilidad en las manos.
La decoración minimalista es una pincelada también silenciosa, que cobra forma a través de músicas relajantes, luces de velas y aromas que vienen del campo. Y la gastronomía que aquí se ofrece es otra vía de acceso al pasado y a la naturaleza. Todo está pensado para no salir y regalarse una existencia saludable. Ahí está la piscina; en el talayot, las maravillosas vistas de la costa; y en sus habitaciones, las bañeras con hidromasaje para conectar con el placer. Y para los más inquietos, a unos minutos hay cuatro campos de golf y, un poco más allá, el mar.
Mientras pensamos todo esto al poco de levantar el sol está servido el desayuno en terrazas al aire libre, entre rosales silvestres y aromas de lavanda. Pero esta brisa tempranera aconseja pasar al comedor acristalado con vistas al campo y al castillo de Capdepera. Luego iremos a Cala Mesquida o a Cala Agulla para demostrarnos que esas playas oníricas son paraísos reales.
Cocina y cenas de maridaje en otoño
Mediterránea con productos frescos y naturales, de la propia finca o del mercado. Abierto mediodía y noche todos los días. A la carta o menú a elegir. Ahora estamos en plena temporada de cenas de maridaje, para saber cuánto puede dar de sí la gastronomía del hotel unida a los vinos de la isla. Con cada cena se presenta una bodega, los días 15, 21 y 29 de octubre y el 5 de noviembre. (33 euros el cubierto).
Actividades
Todo tipo de deportes náuticos, buceo, vela, esquí acuático, etc. y está en una inmejorable situación para realizar actividades de senderismo y cicloturismo; junto a una amplia posibilidad de realizar visitas culturales. Golf en los campos de golf de Capdepera, Canyamel, Pula y Costa de los Pinos. Tenis y caballos en las inmediaciones.
Accesibilidad
Una habitación con baño adaptado. Señalética braille y relieve en puertas de habitaciones y baños comunes, y carta restaurante en braille. Playa Son Moll es accesible a personas con discapacidad y cuenta con rampas, pasarelas, duchas y baños adaptados, sillas anfibias y personal de apoyo al baño durante la temporada estival.
Visitas en la zona
La finca está en el entorno del Parque Natural de Llevant, a pocos km de la fortaleza amurallada de Capdepera, las cuevas de Artá y la Torre de Canyamel, del siglo XIII. En Cala Ratjada se encuentran los Jardines de Sa Torre Cega, propiedad de la Fundación March, abiertos al público y con una importante colección de esculturas y un magnífico parque botánico de 60.000 metros cuadrados.
Agroturismo Cases de Son Barbassa
Carretera Cala Mesquida-Camí de Son Barbassa, s/n.
Capdepera (Mallorca)
T. 971 56 57 76
mailto:: info@sonbarbassa.com
Web: http://www.sonbarbassa.com
Web accesible http://www.nativehotels.eu/es-ES/Hoteles/Detalle.aspx?IdHotel=152