
"Las condiciones que exigían sobre los observadores se han cumplido y el gas debe comenzar a fluir de inmediato, sin más demora". Así de tajante se ha mostrado Darradellas Ferran, portavoz de la UE en declaraciones a la CNN. Y es que la crisis del gas se extiende por Europa a la misma velocidad que el temporal del viento y nieve.
El presumible acuerdo entre Gazprom y la UE suscitó a principios de esta semana esperanzas en los millones de europeos afectados, pero desde el Krémlin exigieron más condiciones para volver a reanudar el bombeo de gas y las cosas se torcieron.
Después de una serie de reuniones este jueves, representantes de todas las partes estaban más cerca de llegar a un acuerdo respecto a la vigilancia de las delegaciones. Ahora sólo falta que los observadores se dirigían a Ucrania, aunque la composición de esa delegación sigue siendo poco clara.
A pesar de todo, la UE lo tiene claro, y se ha mostrado tajante al respecto.