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Brasil anula el proceso de destitución y ofrece un 'salvavidas' a Rousseff

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil. Imagen: Reuters

Cuando los inversores daban ya por descontado que el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff dejaría a la mayor economía de Latinoamérica en manos del vicepresidente Michel Temer, un nuevo catalizador jugó a favor de la mandataria. En el rocambolesco panorama político brasileño, Waldir Maranhao, el presidente del Congreso, anuló este lunes el proceso de 'impeachment' contra Rousseff, apoyando así la demanda de la Abogacía General del Estado, que indicaba irregularidades en la sesión de votación celebrada el 17 de abril.

"He acogido las argumentaciones por entender que efectivamente hubo vicios que convierten en nulas de pleno derecho las sesiones en cuestión", anunció Maranhao, quien asumió la Presidencia de la Cámara de Diputados la semana pasada, en lugar de Eduardo Cunha, impulsor del juicio político contra Rousseff y suspendido del cargo por la Corte Suprema por usar el Congreso en beneficio propio.

La Abogacía General del Estado, que defiende a Rousseff en el proceso, denunció anteriormente "vicios que declaran nula de pleno derecho" la votación del pasado 17 de abril en que 367 de los 513 diputados aceptaron las acusaciones contra la mandataria y dieron el visto bueno para iniciar los trámites para destituir a la presidenta.

Un hecho que destartala el calendario previsto, ya que el Senado debe decidir apoyándose en las decisiones favorables previas de las comisiones especiales de ambas cámaras y del pleno de los diputados. Recordemos que la Cámara Alta tenía fijado votar este miércoles su decisión para enjuiciar a la presidenta brasileña, después de que el pasado viernes la comisión especial aprobase, con 15 votos a favor y cinco en contra, la recomendación seguir adelante con el proceso.

El ejecutivo brasileño ya se había resignado a que la mandataria se vería obligada a abandonar el cargo durante 180 días para enfrentar el proceso legal, periodo en que las riendas del país hubieran sido cedidas a Temer, némesis de Rousseff.

La propia presidenta pidió "cautela" al conocer la noticia ,ya que, según declaró durante un acto con cientos de estudiantes y profesores, "vivimos una coyuntura de mañas y artimañas". Aún así, Rousseff reiteró que luchará "hasta el final" contra lo que ya definió como un "golpe de Estado encubierto".

Desde JP Morgan, el equipo de economistas liderado por Bruce Kasman, indicó ayer a sus clientes que se esperaba que el impeachment siguiera adelante, antes de conocerse los acontecimientos en el Congreso. "Una vez que Temer tome posesión de su cargo anunciará el nombramiento de un ministro de Finanzas con apego al mercado", aseguraban desde el banco estadounidense, donde también barajaron la posibilidad de nombrar a un nuevo gobernador para el banco central del país.

El presidente del Congreso anunció la convocatoria de una nueva sesión, cuya fecha ya se especificará, para repetir la votación sobre el 'impeachment' en la Cámara de Diputados. Los principales partidos de la oposición avisaron que presentarán un recurso ante el Tribunal Supremo para intentar anular la decisión de Maranhao.

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